El Si es no castro-narco- comunistas en el Cpcycs

ORLANDO AMORES TERÁN

La Comisión Interamericana de DDHH, puede pedir a la Corte Interamericana de DDHH adoptar medidas provisionales «en situaciones de extrema gravedad, para evitar daños irreparables a las personas».

El cesamiento de funciones, de los comisionados del Cpcycs, por voluntad popular, expresada en Consulta, no es una situacion de extrema gravedad. Además, la Corte, no está para perpetuar en cargos públicos a ningún burócrata.

Por tanto, el Estado ecuatoriano debió alegar inexistencia de gravedad extrema: no se les está privando de libertad, no se les está torturando, no se los ha plagiado; ya han medrado del erario público suficiente. Debió con energía rechazar tal injerencia ilegítima por politizada, sesgada, en consecuencia ilegal e inmoral. Deben entender tanto los organismos nacionales, como internacionales, que al votar por el SI, el pueblo manifestó su repudio al régimen castro-narco-comunista, por tanto, no desea que continúen ejerciendo funciones los vinculados a un régimen que ha sido ampliamente rechazado. En consecuencia, tienen que irse.

Ningún organismo nacional ni internacional, puede interferir, trastrocar, torcer, alterar la voluntad popular expresada en una Consulta. El pueblo ecuatoriano dispuso cesar al actual Cpcycs, por tanto no cabe ningún tipo de recurso y dicha decisión, no provoca indemnización alguna. Lo preocupante de éste caso, es que el comportamiento ilegal de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, obedece a la perniciosa influencia del juez nombrado en base a la dádiva de un millón de dólares, entregado por el régimen del yangamanahisca, para asegurar su designación.

La banda esta intacta y actúa por encima y dentro del actual régimen. Por ello hay que estar atentos, para que el Cpcycs no esté integrado con personas que propiciaron la existencia del infame régimen castro-narco-comunista. Ni con arrepentidos, ni con ilusos, aún cuando admitan su equivocación; porque el resultado de la Consulta, es un mensaje al régimen, para que se aparte de la tendencia castro-narco-comunista, aún cuando tenga rostro amable.

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