Se trata de un museo que exhibe osamentas, entre ellas las de una pareja de la cultura Las Vegas.
Redacción SANTA ELENA
El cantón Santa Elena, a 15 minutos de la terminal terrestre, no solo es playa y gastronomía. También invita a los turistas a realizar un recorrido por su jurisdicción para conocer su historia y, sobre todo, quiénes fueron sus primeros habitantes.
Uno de los relatos más conocidos en esta localidad de la Costa ecuatoriana es ‘El abrazo milenario’. Se trata del nombre con el que se bautizó al hallazgo de dos osamentas que aparentemente estaban aferradas la una a la otra. Para conocer mejor su origen, hay que acudir al museo ‘Los amantes de Sumpa’, donde reposan.
Eran novios
Se dice que la pareja de esqueletos pertenece a enamorados que murieron a temprana edad (de 20 años la figura femenina y unos 25 la masculina). La posición en la que fueron sepultados (abrazados con una mano sobre la cabeza del otro y con la pierna del varón por sobre la cintura de la mujer) reflejaría el deseo de los habitantes para que ese romance se mantenga hasta la otra vida.
Los restos pertenecerían a miembros de la cultura Las Vegas, la cual fue uno de los primeros asentamientos humanos que hubo en Ecuador.
La denominación Las Vegas se da por encontrase a orillas del río del mismo nombre.
Detalles
‘Los amantes de Sumpa’ se creó a inicios de 1996, está sobre el asentamiento de la cultura Las Vegas. Además, es considerado un museo in situ, ya que está sobre un caserío donde los habitantes enterraban a sus muertos en sus viviendas para, de acuerdo con sus creencias, mantener la comunicación con ellos.
En las tres excavaciones realizadas se han descubierto alrededor de 200 osamentas.
Estos descubrimientos sucedieron en la época precerámica, que es uno de los períodos más antiguos de la humanidad.
En sus instalaciones se conserva evidencias científicas de la milenaria ocupación de diversas culturas arqueológicas, así como la historia Prehispánica, Colonial y Republicana de la península.
El museo ha logrado la vinculación entre la comunidad, su pasado ancestral y las tradiciones artesanales que se mantienen, como el trabajo con tejidos con algodón criollo, paja toquilla, fundición de metal y elaboración de tinas en madera, indica el Ministerio de Cultura.
Agrega que para mantener la memoria de estos oficios se realizan talleres y actividades educativas durante el recorrido en un entorno donde además están plantas nativas como el algodón, la naranja y el zapote. (NDA/PT)