Por: ORLANDO AMORES TERÁN
Traen a miembros del crimen organizado, los «enjuician» por delitos menores, los absuelven en delitos mayores, cumplen una corta condena y salen a disfrutar lo atracado. Los jueces han dicho que la secretaria de justicia, inventó que Cedatos había usado documentos falsos. Quien preside la Asamblea, criticó la exclusión del criminal Maduro, de la Cumbre. Fiscal, acusado de manipular información del 30S. Quienes fungen de vicepresidente y canciller, han realizado una repugnante apología del sanguinario régimen Maduro, avergonzándonos al 70% de ecuatorianos que en la última Consulta, demandamos al régimen, se aparte de la política impuesta por la franquicia Irán-Cuba.
En el castro-narco-comunismo ningún funcionario tiene autonomía, todos cumplen consignas y cualquier «contradicción» es prediseñada, como válvula para bajar tensiones, a fin de crear un ambiente artificial de «independencia», con el propósito de desacreditar todo reclamo.
Fabrican inclusive su propia «oposición» política, para hacer creer que existe debate y un sistema democrático. Hoy, hay tantos movimientos políticos castro-comunistas, cuantos hermanos tienen los que controlan el régimen. Todo está diseñado para perennizarse en el poder. Si bien fue importante unir fuerzas contra el innombrable, ahora nos corresponde vigilar y exigir al régimen, que tome distancia del castro-narco-comunismo.
Caso contrario, hay que organizar protestas, hasta provocar la convocatoria a Constituyente, una vez que cambie la composición de los funcionarios de Estado; porque quienes están, no nos representan. La guerra es una asquerosa manera de resolver la política. Pero hay guerras con armas y sin ellas. Cuando se usan armas, las caras de los muertos son todas iguales. Sin armas, las caras de los criminales, son diferentes a las de sus víctimas y denunciantes que luchan contra la corrupción y el abuso. El único valor que tenemos los humanos, es el riesgo que estamos dispuestos a correr. Llegó el momento de arriesgarnos a cambiar esta deteriorante situación que nos conduce a la miseria, exclusión, saqueo, abuso y opresión.