Ecuador desde la ONU defenderá al mundo

Por: EDGAR QUIÑONES SEVILLA

Una de las preocupaciones más profundas que al momento altera a la humanidad, tiene que ver con el agua dulce, porque su falta causa un alto costo humano, reflejado en desnutrición, éxodo rural, incremento poblacional en las ciudades, crecimiento de la delincuencia, etc., lo cual no es un problema para resolver algún día, sino que merece atención ahora, de inmediato, no puede dejarse para nunca.

Aunque los problemas de los pueblos, desde el nacimiento de la sociedad, partiendo del nomadismo, la organización feudal, el capitalismo y el socialismo, han salido -sospechosamente- del programa de estudios en la mayor parte de los centros educativos de nivel medio y superior de muchos lugares del globo, procediendo a reemplazarlos por la ‘adoración’ a la moneda del Estado bélico y económico más poderoso del planeta, adjuntando planes de apropiación del petróleo, el oro, metales de desarrollo, otras materias primas y principalmente el agua, camuflando la ambición de dominio universal con el ‘respeto’ a los derechos humanos y ‘práctica’ de la democracia, es menester que esa enseñanza de los problemas de ayer y el mundo contemporáneo se restituyan.

Ya a fines del siglo pasado, la publicación ‘El Correo’ de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), advertía de la inevitable realidad del inmediato futuro de agua escasa, agua cara. Esta advertencia se estaría cumpliendo cuando una serie de acciones estratégicas se han encaminado al logro de giros políticos de varios países latinoamericanos como Brasil, Argentina, Chile y Paraguay, ya en la órbita de la potencia del norte, a la que se han sumado Perú y Colombia, hallándose cercano el momento de que ocurra con Venezuela y Ecuador. El río Amazonas es depositario de la mayor parte de agua dulce de los países señalados y su dominio es el sueño del coloso.

Esta alerta de la Unesco no puede pasar desapercibida y todos los países del planeta deben asumir como propia la defensa del agua del Amazonas, a la vez que la conservación de la biodiversidad que en los territorios adyacentes producen el oxígeno requerido para la subsistencia de todas las especies incluyendo la humana

A Ecuador le corresponde jugar un importante papel en este asunto, cuando su canciller María Fernanda Espinosa, goza de un poderoso respaldo universal para presidir la próxima Asamblea General de la ONU y de ganar la dignidad podrá desplegar una misión incomparable para impedir que se prive del derecho al agua a los humanos y otros seres vivos que habitan el globo en los cinco continentes. Oponerse a la victoria de María Femanda Espinosa a la Presidencia de la ONU, desde Ecuador, sería algo imperdonable.