ORLANDO AMORES TERÁN
En México, un informe de Procuraduría General, determinó la presencia de carteles de la droga en Ecuador. Esto se debe a la destrucción de los sistemas de inteligencia nacionales y extranjeros, ordenados en la década infame, cuyo responsable es el correato, puesto que su política puso en riesgo la seguridad nacional y provocó la incursión de elementos nocivos en nuestro país, lo cual generó aumento de criminalidad, incremento del narcotráfico, legislación permisiva al consumo de drogas, deterioro de la salud mental de jóvenes y niños. Esta política de Estado, hace de Ecuador un paraíso de impunidad para lavado de narco-dólares, tráfico de armas, narcóticos, vehículos, personas y para la estadía de todo tipo de delincuentes.
En este contexto hay que analizar el asesinato de los soldados ecuatorianos. El régimen del innombrable, destruyó los cimientos del Estado, al desarticular los sistemas de inteligencia militar y policial, para crear una pesquisa política denominada Senain, no para proteger al Estado y su población, sino para perseguir a quienes no eran adeptos al régimen.
Además, hizo adquisiciones inservibles: helicópteros, radares; desmejoró la capacidad operativa de FFAA, en un 70 por ciento: hoy carecen de suficiente munición, transporte y alimentación en sectores de alta conflictividad como es Sucumbíos y Esmeraldas. Como resultado de esa narco-política, ahora nuestro país, además de tener una fuerza militar debilitada, es procesador de droga; entre 2016-17 se incautaron más de 200 toneladas de cocaína.
Si lo que se captura representa el 10% de lo que se trafica, podemos percibir el inconmensurable daño que provocó la política implementada por el régimen castro-narco-comunista del yangamanahisca, a quien deben procesarlo inmediatamente, por traición a la Patria, puesto que su política de permisividad a las bandas de terroristas, de narcos y de narco-guerrilleros ha posibilitado un acordonamiento hostil, a lo largo de la frontera norte. Llegó el momento de que FFAA reaccionen contra el castro-narco-comunismo que ha secuestrado al Estado ecuatoriano y sus instituciones.