Presumir de un delito

JORGE ZAMBRANO ANDRADE

Establecer la presunción de inocencia como derecho constitucional contribuye a generar justicia. Desterrando la práctica frecuente y nociva, según la cual, basta que una persona sea requerida judicialmente, para encasillarlo como delincuente sin que un juez haya declarado por sentencia su culpabilidad.

La presunción de inocencia no debe limitarse a una cuestión teórica, sino que demanda su inclusión en la ley, como beneficio fundamental de personas, y limitante del proceder de la policía, jueces y medios de comunicación, que, siguiendo la tradición exhiben con frecuencia nombres e imágenes de «culpables”. Personas que han sido presentadas por agentes de la autoridad ante la fiscalía, adquieren automáticamente el calificativo de delincuentes sin haber sido considerados como tales por un juez. Inadmisible, que el fiscal general, insista en tamaño despropósito.

La desafortunada coincidencia entre la acusación de la Policía y la realidad del culpable en la llamada «crónica roja» de los medios de comunicación, viola derechos plasmados en la constitución, afecta injustamente el honor, la dignidad y el buen nombre.

Lo más grave se les confisca sus bienes, se les roba y destruye lo que tienen, luego de un tortuoso proceso que dura años, burócratas mal formados por el estado, pretenden que se les pague por haber robado y dilapidado años de trabajo honrado, como ejemplo, ese engendro jurídico llamado justicia. Los organismos de control lo encubren, y mas daño que el ocasionado es la indiferencia de las autoridades de control.

La flagrante injusticia que se comete cuando el juez declara la inocencia del acusado, después de que éste ya pasó varios años en prisión preventiva, y la autoridad le abre las puertas de la cárcel con un simple «disculpe» a manera de explicación.

Estos errores no pueden seguir en la impunidad porque los afectados con justo derecho reclaman ante tribunales el pago de cuantiosas indemnizaciones, lo más grave que la factura en última instancia es traspasada a esa masa que se conoce como pueblo, los culpables muy bien gracias

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