Olga Dueñas expone en Ileana Viteri Galería, en Quito

Estadounidense. Se radicó en Ecuador durante 25 años. Explora el arte cinético.
Estadounidense. Se radicó en Ecuador durante 25 años. Explora el arte cinético.

‘Variaciones cinéticas’ es la propuesta que se exhibe en la Galería Viteri. Hoy da una charla.

En una foto a blanco y negro, como haciendo eco de la memoria, está una joven Olga Dueñas pintando en Quito. En otra imagen, la artista expone en Puerto Rico. Hoy, bordeando los 92 años, la misma Olga mira las fotografías: “Soy la misma de siempre. Nada ha cambiado en absoluto. Sigo creativa y con energía. Y, si miras la obra, es algo como si lo pintara recién: estoy intacta”, dice con una sonrisa, mientras sus ojos azules brillan aún más.

Vuelve tras largos años a exponer en Quito, pues en 2016 Guayaquil la acogió. “Quito es muy especial para mí. Viví 25 años en Ecuador y aquí encontré los nuevos horizontes de mi arte: sus contrastes me inspiraron muchísimo”, asegura la maestra.

‘Variaciones cinéticas’ es la exposición que presenta en Ileana Viteri Galería, donde hoy participa en un conversatorio (11:00) junto con el crítico Lenín Oña.

Memoria
“Un instante de lo infinito, un destello de la realidad, un rayo de inspiración, un toque de belleza y el momento efímero que puede contenerlo todo. Esos son los momentos por los cuales vivo y lo que deseo expresar en mis obras”, es la frase de Dueñas con la que da la bienvenida a su exposición.

TOME NOTA
La galería Viteri atiende de martes a viernes de 09:30 a 13:30 y de 15:00 a 19:00, y los sábados de 10:00 a 17:00.Para llegar a esos instantes, donde lo geométrico y lo abstracto se funden dentro del arte cinético, la artista cuenta que el proceso fue toda una búsqueda: “Mis inicios son puristas hasta dar con lo abstracto y lo geométrico, algo que compartíamos con Araceli (Gilbert). Ambas amamos la precisión, trabajamos con mucha disciplina”, expresa, evocando a la amistad que le unía con la artista guayaquileña.

“Siempre le voy a estar agradecida a Araceli, porque ella despertó mi curiosidad para que venga a Ecuador”, explica la artista estadounidense, quien detalla que “Gilbert permaneció en lo abstracto, mientras yo me fui por el constructivismo, lo que terminó llevándome a lo cinético”.

Espiritual
Dueñas afirma que gracias a lo cinético ha acumulado una riqueza espiritual. “Este trabajo es un acercamiento con el espíritu. Lo cinético termina siendo como una religión: hablamos de algo que supera a lo analítico y se funde dentro de ti”.

Formada en una familia de músicos, la armonía se torna en la cómplice de sus obras: “Muchos artistas se inspiran con música. En la creación, el artista crea relaciones entre formas y líneas, armoniza al igual que el compositor de música”.

Es por eso que reconoce que parte de su trabajo se lo debe a su padre y hermano: “Ambos fueron músicos destacados y eso fue parte de mi crianza. El arte también se afina. Yo busco eso con los colores, con las líneas. Gracias a la música afiné mi sensibilidad estética”. Es así como las líneas, formas y profundidades que comparte Dueñas se tornan en un pentagrama visual, el cual permite al espectador aproximarse a su propio espíritu.