39 familias de Ancholag aseguran dotación de agua de riego con la implementación de dos reservorios

MINGA. Palas, picos, carretillas, baldes son las herramientas de trabajo que, por lo general, se usan en las mingas.
MINGA. Palas, picos, carretillas, baldes son las herramientas de trabajo que, por lo general, se usan en las mingas.

Se construirán dos reservorios para captar el líquido vital y así alimentar varias hectáreas de las familias.

En las comunidades de Cayambe se habla con mucha frecuencia del cambio climático y de los daños que ocasiona a la agricultura y la ganadería, principalmente por la falta de agua a consecuencia de las prolongadas sequías.
Para enfrentar esta situación, concretamente en la comunidad de Ancholag, que se encuentra a 3.359 msnm, en las cercanías del volcán Cayambe y a unos 20 minutos del centro de Cayambe (Pichincha), se ha decidido enfrentar esta situación construyendo, a través de mingas comunitarias, dos reservorios, uno de los cuales estará alimentado con aguas del río Blanquillo. Serán conducidas a través de canales por aproximadamente 5 km, que es la distancia a la que está de la población.

El reservorio, donde el pasado sábado se realizó una nueva minga con la participación del ministro del Ambiente, Tarsicio Granizo, funcionarios del Programa Mundial de Alimentos, el Ministerio de Agricultura, el Consejo Provincial y Forecsa, para colocar las cercas de protección, se llenará con 3 mil m3 de agua que alimentará 74 hectáreas de tierra que pertenecen a 36 familias y “creo que con eso podremos defendernos”, expresó Luisa Quimbiulco, una de las beneficiarias.

Esfuerzo general
Pedro Pulamarín, favorecido por esta labor, destacó la importancia del trabajo en minga. “Si no hiciéramos las cosas en minga no conseguiríamos beneficios. Ahora todos tendremos agua”, aseguró.

Aunque el líquido vital llegará a cada una de las parcelas o huertos familiares en los próximos tres meses, tiempo en el que se instalarán las tuberías que conducirán el líquido desde el reservorio, Pulamarín, quien informó que en la actualidad enfrentan periodos más prolongados de sequía, ya habla de dedicar más tiempo a la agricultura, la crianza de animales menores, como los cuyes que Forecsa les entregó, y ganado y a lo mejor no salir de la comunidad a las ciudades en busca de empleo.

En la zona se cultiva habas, papas, ocas, mashua (papa agria), maíz, trigo, cebada y otros tantos productos para consumo familiar, pero los habitantes de Ancholag, que se han agrupado en la asociación Río Blanquillo, se han comprometido a ampliar las zonas de cultivo, sin el uso de químicos, para obtener más alimento y ofertarlo en los mercados cercanos.

RECOMPENSA. La pambamesa con productos de la zona sirven para recuperar fuerzas tras el árduo trabajo bajo el sol.
RECOMPENSA. La pambamesa con productos de la zona sirven para recuperar fuerzas tras el árduo trabajo bajo el sol.

Enfrentando el cambio climático
María Victoria Chiriboga, subsecretaria del Cambio Climático del Ministerio del Ambiente, aseguró que uno de los mayores problemas es la sequía.

Los patrones de lluvia han cambiado y tener un reservorio de agua para riego asegura la producción todo el año.

Aprovechó el lugar para hablar a los comuneros de lo fundamental de restaurar, reforestar y conservar los bosques, porque es allí y en los páramos donde nace el agua.

Contó que los bosques regulan el ciclo hídrico y la lluvia en los diferentes sectores.

Los habitantes de Ancholag se dedican a la ganadería y al ser Cayambe la zona que más ganado tiene en Pichincha, Chiriboga conversó del proyecto. Con este se pretende mejorar las prácticas ganaderas a través de silvopastura, es decir sembrando árboles alrededor del pastizal para mantener al ganado en una determinada área y bajo sombra. Este plan ya se trabaja en Morona Santiago, Napo, Loja, Guayas, Santa Elena, Manabí e Imbabura, las provincias con mayores índices de degradación y desertificación y con altos índices de ganado. (CM)

Trabajo conjunto
° El proyecto ‘Fortalecimiento de la capacidad de resiliencia de las comunidades’, ante los efectos adversos del cambio climático con énfasis en seguridad alimentaria y consideraciones de género (Forecsa), trabaja en Cayambe y Pedro Moncayo en Pichincha y en la cuenca del río Jubones en Azuay, Loja y el Oro.

En total son 50 parroquias en las que se labora haciendo medidas de adaptación.

Actividad ancestral
° Una de las prácticas sociales que caracterizan especialmente al sector comunitario es la minga, actividad que se realiza con la participación de actores que pertenecen a un determinado espacio geográfico. Se lleva a cabo desde épocas inmemorables. Los antiguos pueblos que habitaban en la región andina hacían las grandes obras sociales en cooperación mutua.
La minga se conserva hasta la actualidad y tiene una serie de significaciones de tipo cultural. Varios estudios que se han realizado sobre este aspecto revelan que tiene connotaciones simbólicas, de cooperación, reciprocidad y hasta rituales.

Dentro de la cosmovisión indígena existen ciertos principios que regentan el orden universal, uno de ellos es el de cooperación.

En el indigenado esta actividad cuenta con un proceso que va desde el ámbito de la convocatoria hasta la serie de aspectos comunicativos y pragmáticos. Inicia con el llamado de ciertos miembros de la comunidad al resto de moradores, generalmente por afinidad.

Apoyo

Producción sustentable

° La comunidad de Ancholag se encuentra en Cayambe.
° Las mayores amenazas climáticas son las sequías y las heladas.
° El 65% de su población se dedica a la ganadería y un porcentaje menor a la agricultura para consumo familiar.
° Como incentivo recibieron cuyes, kits de riego parcelario por goteo y semillas.