Ecuador presente en la Filbo 2018

Varios autores ecuatorianos están presentes en la Feria del Libro de Bogotá 2018.

Eduardo Rodríguez Garzón

Con una mezcla de escritores jóvenes, que apuestan por nuevas manifestaciones culturales, y voces ya consagradas en la literatura nacional, Ecuador se encuentra participando activamente en la Feria Internacional del Libro de Bogotá (Filbo), que se inició el pasado 17 de abril y que concluirá el 2 de mayo próximo.

Junto a otros 16 países, entre ellos, Brasil, Chile, Holanda, Japón, México y Palestina, Ecuador integra el nuevo Pabellón Internacional, que nace con el objetivo de hacer que cada visitante del evento pueda transportarse a otras naciones, a través del libro como vehículo para abarcar nuevas fronteras.

Para Antonio Correa, Asesor del Ministerio de Cultura y director de la Feria del Libro de Quito, la literatura ecuatoriana atraviesa por un momento de renovación y por eso la importancia de participar en ferias como la Filbo.

“Es como si hubiéramos roto nuestro espíritu de timidez. Estamos abriéndonos a nuevos espacios, saliendo fuera de casa, mostrando quiénes somos, un país de paz, creador, formado y eso es lo que queremos enseñar, esta nómina de nuevos escritores que representa una literatura amplia y diversa”, explica.

Comparte que Ecuador será el País Invitado en la Feria de Montevideo, “donde haremos presencia como país con nuestra gastronomía, nuestra cultura y obviamente con nuestras novelas, cuentos, películas y escritura para niños. Va a ser una gran presencia de un país diverso y multicultural”.

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Esteban Mayorga

Explorador de límites
° El joven escritor ecuatoriano Esteban Mayorga lleva viviendo 15 años fuera del país, donde estudió literatura, realizó su maestría y obtuvo su doctorado. Ahora, cuando está en proceso de regresar a Ecuador, siente que para el escritor es importante irse, “no importa a dónde”.

“Tengo –dice- 6 libros publicados, dos novelas dos libros de relatos un poemario y ‘Faribole’ es mi tercera novela. Este libro trata sobre una mujer que viaja a los fiordos de Noruega a esparcir las cenizas de su familia, tiene una misión, pero se le presentan muchos problemas y hay momentos en los cuales pierde la cabeza y se arman una serie de relatos que son un poco demenciales”.

Acepta que en sus obras siempre está presente el riesgo, temática que es tan fácil de leer, por un lado, pero que al mismo tiempo muy densa.

Luis Borja

Del aula a la literatura

° Luis Borja, escritor quiteño de 37 años, vinculado al mundo de la academia, debuta en la Filbo con un libro de cuentos que publicó el año pasado y que reúne relatos que ha venido escribiendo en los últimos 10 años. Son exploraciones en torno a las personalidades y muchas veces alrededor de las decepciones que a veces deprimen a los seres. “Es una literatura comprometida con la vida y con la literatura misma”, asegura.

Publicó hace unos cuatro años la novela ‘Pequeños palacios en el pecho’, que ganó el premio Aurelio Espinosa Pólit. Para su tesis de maestría escribió un ensayo sobre César Dávila Andrade, el poeta cuencano que falleció en Venezuela, y Samuel Beckett el gran poeta irlandés. “La posibilidad de que Ecuador se presente en estos espacios internacionales es valiosa porque los escritores ecuatorianos no han sido muy conocidos en el exterior y es necesario que salgan e intercambien visiones con otros escritores del planeta”, dice.

Soledad Córdova

La escritora de los niños
° Directora de la Biblioteca Municipal de Quito, la escritora Soledad Córdova comenzó a escribir hace 20 años con un cuento largo para niños que se llama ‘Odio los libros’.

Se trata de una historia de vida escolar donde los niños se ven acorralados por una profesora tradicional que les hace conocer cosas incomprensibles, en una relación asimétrica. “Por ahí cuando desaparece, llega una profesora fresca que hace con los niños un trabajo de mediación para que ellos se acerquen a los libros”.

“Yo creo que la voz de los alumnos de su entorno familiar y escolar tiene mucho que ver con el acercamiento de los niños a la lectura. Con este trabajo que hacemos, lo que damos es la herencia cultural de la humanidad a los recién llegados, lo que es muy importante”, señala.