Los niños tsáchilas también conservan las tradiciones

IMAGEN. Las niñas se preocupan por lucir la vestimenta completa.
IMAGEN. Las niñas se preocupan por lucir la vestimenta completa.
PRÁCTICA. Los niños siguen los pasos de sus padres y les gusta lucir su peinado.
PRÁCTICA. Los niños siguen los pasos de sus padres y les gusta lucir su peinado.
COSTUMBRE. Yona (hijo del Sol) luce su pelo pintado; está junto a su abuela, Luz Calazacón.
COSTUMBRE. Yona (hijo del Sol) luce su pelo pintado; está junto a su abuela, Luz Calazacón.
PROCESO. El achiote lo cogen en el momento. Lo desgranan en una hoja de bijao para poder colocarlo en el cabello. (Foto: Cortesía)
PROCESO. El achiote lo cogen en el momento. Lo desgranan en una hoja de bijao para poder colocarlo en el cabello. (Foto: Cortesía)

Esta nacionalidad tiene una identidad marcada con la vestimenta, la pintura y sus poderes curativos.

Redacción SANTO DOMINGO DE LOS TSÁCHILAS

Vestirse y peinarse como lo hacen los hombres y mujeres tsáchilas es una costumbre que se trata de cultivar en los niños de la población, aunque poco a poco se va perdiendo, según indican las madres de familia.

Avelina Aguavil, de la comuna El Poste, indicó que a los pequeños por lo general solo se les pinta la cabeza cuando hay eventos especiales en los centros educativos, como los lunes que los hacen formar. “Como padres tenemos la tarea de exigirles para que no olviden su identidad”.

Esta mujer tiene ocho hijos (dos mujeres y seis varones), de ellos, los más pequeños mantienen la tradición, los más grandes ya no lo hacen. “Mi hijo Paúl Aguavil, de 9 años, se pinta él mismo”.

Fausto Aguavil, de 9 años cursa el sexto de básica, mencionó que su papá le colorea el cabello con achiote desde que tenía 5. Señaló que le gusta pintarse porque sus padres le han dicho que es una característica de los tsáchilas.

Peinado
Los hombres se pintan el cabello con achiote, en tsáfiqui el ‘mu’. Este componente para ellos significa vida y fortaleza, que los salvó de varias enfermedades.

Para dar color al pelo, siembran y cosechan su propio achiote en sus comunas. Cuando arrancan los frutos lo hacen con tal cuidado que germinen nuevos. El achiote ideal es uno que tenga la grasa propia, pero no en exceso para que el peinado sea más duradero. La teñida puede durar de dos a tres días; sin embargo, si se retoca el peinado, es posible que dure hasta tres meses.

Las niñas y las mujeres tsáchilas adornan sus cabezas con una diadema de cintas, que va desde la frente y la dejan caer hacia atrás. Las bandas multicolores representan al arcoíris.

Usan poco su ropa originaria
Aunque los tsáchilas, mujeres y hombres, utilizan poco la vestimenta característica de su nacionalidad, los niños y niñas se preocupan por estar impecables con sus trajes completos en el momento que tienen un evento en la escuela.

Rosita Aguavil, de 10 años, dijo que se viste sola. Ella está en el sexto grado de la escuela Abraham Calazacón, en Colorados del Búa. Lo mismo hacen Dayi Peñarieta, Aline Loche y Génesis Aguavil. De igual manera, Yanira Calazacón y Yuri Aguavil expresaron su satisfacción por cargar el traje que las identifica como tsáchilas. (LMM)

Vestuario del hombre
° El atuendo tradicional en el hombre consiste en una faldilla, conocida también como taparrabos, de rayas horizontales de color azul y blanco, que se envuelve en las piernas de la cintura para abajo. En la cintura se colocan una faja roja (‘sendori’) que es bastante larga y da tres vueltas para sujetar la faldilla. La amarran en la parte derecha.

De la mujer
° El atuendo de la mujer tsáchila consiste en una faldilla (‘tunán’) de colores como el amarillo, rojo, azul, tomate, verde, en franjas anchas y angostas. No usan faja para ceñir su cintura. Las chicas de hoy en día utilizan blusas como los mestizos; sin embargo, el resto del vestuario lo conservan. Adornan su cuello con collares a los que se les añade espejos.