EDGAR QUIÑONES SEVILLA
La falta de servicio eléctrico en el parque central de esta ciudad, es un descuido de las autoridades pertinentes que viene prolongándose por mucho rato, causando más de un problema a la colectividad, particular que debe ser solucionado a la brevedad posible. En el mismo parque, donde se levanta la figura del coronel Luis Vargas Torres, el esmeraldeño más sobresaliente de la historia, frente al edificio municipal, se ha permitido la instalación de carpas para ventas diversas, dando al sector una muestra de atraso primitivo que una urbe con aspiraciones no se puede permitir.
El parque 20 de Marzo en el cual se rinde homenaje al intelectual y militar esmeraldeño Luis Vargas Torres, es no solamente el centro de la urbe más antigua del Ecuador, sino el lugar turístico que esta capital provincial exhibe al país y al mundo, para destacar su ancestro milenario, forjado por la nación chibcha, asentada en La Tolita Pampa de Oro y que se proyectaba desde Honduras hasta el cabo Pasado, en los actuales límites marítimos con la provincia de Manabí. Tal lugar debe mantenerse limpio y despejado para el normal tránsito de los ciudadanos que aquí moran y de quienes lo visitan cotidianamente y en las festividades establecidas por el Estado.
De ese lugar deben desaparecer los kioscos de venta de lotería, que se instalaron allí hace cerca de 10 años, para favorecer a una entidad que obtiene del negocio elevadas sumas de dinero, utilidad con la que puede instalar locales abiertos o cerrados en cualquier otro sitio, sin perjudicar a una capital provincial, que pretende convertirse en una ciudad moderna, atraer un turismo numeroso y obtener ingresos económicos que alienten su desarrollo general. Las luminarias del sector deben reemplazarse con mayor prontitud y no esperar que, aprovechando la oscuridad, los antisociales asalten a los transeúntes para quitarles sus pertenencias, herirlos o asesinarlos.
Otro asunto que preocupa y conspira con el turismo y la tranquilidad ciudadana es lo relativo a la reparación de las escalinatas de acceso al cerro de Las Palmas, señaladas como ayudas para la rápida evacuación del balneario, tanto por los turistas, como por los moradores de la zona, en caso de producirse algún tsunami u otro fenómeno que altere la tranquilidad de los humanos.
Esmeraldas puede vivir del turismo, por sus bosques, playas, gente hospitalaria y su agradable clima durante todo el año. Mas, requiere el trato de niña linda -como en realidad lo es- y para ello están las autoridades que la representan.