Sindicato de choferes

Luis Fernando Revelo

Rendirle un tributo de pleitesía al glorioso Sindicato de Choferes Profesionales de Imbabura y a su Escuela de Capacitación, significa perennizar los nombres de dirigentes y hombres de base que han pasado a través del tiempo y que han dejado una estela luminosa de grandes realizaciones. Lejano está el oriente de aquel historiado 18 de marzo de 1 928 cuando Alfonso Acosta y Alfonso Tinajero, con un puñado de respetables ibarreños, reunidos en el recordado hotel “Panamericano”, emprendieron la quijotesca tarea de fundar este gremio. Así vio su primera luz la “Sociedad de Chauffers de Imbabura”, que en 1 938, en castiza expresión, pasa a llamarse “Sindicato de Choferes Profesionales de Imbabura”. El 4 de junio de 1948 se crea la Escuela de Capacitación mediante Decreto N° 955.

Lo que fue ayer grano de mostaza hoy es un árbol gigante, que ha ido echando raíces de roble. Son nueve décadas que han transcurrido, 90 años de su gloriosa nacencia, donde el hacer de unos se ha ido enlazando al hacer de otros con la transitoriedad que va inmersa en todo acto humano.

El esforzado trabajo de sus actuales dirigentes, a la cabeza Carlos Vásquez Mera, ha permitido ir consolidando, aquello que afirma la sabiduría popular: “Obras son amores”. Allí un funcional Centro médico, completamente implementado; la construcción y adecuación de un moderno complejo deportivo, una Escuela de Capacitación con pedagogías de vanguardia.

Creemos firmemente que son 90 años buenos, consagrados por entero a la clase del volante, rimando con el pulso del tiempo, sirviendo de ágiles timoneles para la perdurable tarea. Que nuevos y buenos años contemplen a este Sindicato en su nobilísima tarea, bajo la égida de sus principios grabados en su escudo: “Justicia y trabajo”.