Procesos selectivos no concursos

La Revolución Ciudadana inventó el proceso de concursos para la designación de altas autoridades mediante exámenes escolares, puntos por trabajar en instituciones públicas, audiencias privadas de los postulantes, puntos por sexo, etnia, etc., para finalmente designar a los que convenían al partido y al presidente Correa.

Están bien los concursos para el ingreso a órganos del Estado, pero no para la designación de Fiscal General, Procurador de la Nación, miembros de la Judicatura, quienes deben ser designados por su trayectoria mediante un proceso selectivo y nada más, luego de lo cual ser nombrados por el Consejo de Participación Ciudadana Transitorio. Por supuesto que deben cumplir recursos formales: edad, título profesional según el caso. Aprobar largos reglamentos es dilatar por meses el proceso, ante el contento de los impugnadores.

El concurso de oposición y méritos con postulación, veeduría y derecho a impugnación ciudadana, debe ser ágil, pues no es difícil nombrar altos funcionarios conociendo la trayectoria de ilustres ciudadanos, de no discutida honestidad y de preparación académica. Atribución que la tiene sin limitaciones el Consejo Transitorio.

Los resultados de concursos son curiosos y no tienen nada de serios. Por ejemplo, en Inglaterra se invitó a concurso para ver “quién escribía más parecido al célebre Bernard Shaw”. Con pseudónimo intervino el mismo Shaw y terminó en tercer lugar. Igual Gabriel García Márquez participó en un concurso de narración y su cuento -luego famoso- no fue el triunfador.

En Irlanda un ayudante por 25 años de la Iglesia Parroquial Anglicana, por analfabeto fue despedido por el nuevo cura. Entristecido en una carretera quiso encender un cigarrillo y no tuvo fósforos. Se le ocurrió instalar varios quioscos y tuvo gran éxito económico. En el Banco le propusieron que sea accionista, lo que no pudo concretarse por que no podía firmar las acciones. El Gerente se preguntó: ¿Dónde estaría si supiera leer y escribir? El hombre contestó: “Estaría de ayudante de la Iglesia de la Parroquia”. Los Phd no garantizan nada.

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