Cuento chino

Patricio Durán

Entendemos al cuento chino como fraude, mentira disfrazada de artificios. No se trata de un engaño simple o evidente, sino de una mentira disimulada, ingeniosa, ensamblada dentro de una historia fantástica o de dudosa credibilidad. Haciendo honor a la definición de cuento, un cuento chino tiene diferentes historias sobre sus comienzos, procedentes del argumento y el momento donde se manipulaba la fábula. Alguien dijo que es un dicho que acuñaron sarcásticamente los romanos, como resultado del libro y las narraciones verbales que se propagaron posteriormente a los viajes de Marco Polo a la China.

A los diferentes tipos de realismo en la literatura como el realismo mágico, social, sucio, etc., ahora hay que añadir el realismo político, que viene a ser una especie de “cuento chino”, como el caso del Juicio Político al Fiscal General que presagiaba alcanzar unos niveles épicos por las revelaciones que realizaría en la Asamblea Nacional. En el tour que realizó por los medios de comunicación, Baca amenazó a los asambleístas, los llamó cobardes; supuestamente revelaría el por qué había paz en la frontera, el tema del narcotráfico, el tráfico de influencias, las motivaciones de las maquinaciones en su contra, etc. En fin, la intervención de Baca fue el “parto de los montes”.

Mucho ruido y pocas nueces resultó ser su comparecencia en la Asamblea Nacional. Debió justificar su intervención de teléfonos sin orden de un juez, siendo él la autoridad que debe controlar que se produzcan esos delitos. Este “cuento chino” se inventó el Fiscal para amedrentar a algunos asambleístas, para de esta manera evitar en lo posible su censura y destitución. Como ya fue desapareciendo la bruma sobre la definición de votos y vio que no logró convencerlos, simplemente se mordió la lengua y nos contó un “cuento chino