Fallece Tom Wolfe, el precursor del ‘nuevo periodismo’

DISERTACIÓN. Durante la presentación de su libro ‘Bloody Miami’ en Barcelona, el 10 de diciembre de 2013. (Foto de archivo)
DISERTACIÓN. Durante la presentación de su libro ‘Bloody Miami’ en Barcelona, el 10 de diciembre de 2013. (Foto de archivo)

Quien fuera defensor de la narrativa y la descripción en el periodismo, falleció el lunes en EE.UU.

Redacciòn LA HORA, AGENCIAS

El escritor estadounidense Tom Wolfe, considerado el padre del Nuevo Periodismo, falleció este lunes en Nueva York a los 87 años, informó ayer a medios locales su agente, Lynn Nesbit.

El agente dijo a los diarios The Wall Street Journal y The New York Times que el autor de ‘La hoguera de las vanidades’ estaba aquejado de neumonía y había sido hospitalizado por una infección en un hospital de Manhattan.

Trayectoria
Nacido en 1931 en Richmond (Virginia), Wolf residía en Nueva York desde 1962, cuando comenzó a trabajar para The New York Herald Tribune y hacerse un nombre en el periodismo literario y la novela periodística.

Wolfe, quien insistía en que la única manera de contar una buena historia es salir por ella, adoptó una actitud experimental con apoyo del director de ese diario, Clay Felker, quien animaba a sus reporteros a ir “más allá del periodismo objetivo”.

Fue entonces, a partir de la década de los 60, cuando contribuyó a crear un estilo híbrido que rompía con las formas convencionales de narrar utilizando técnicas novelísticas, al que también se unieron Truman Capote o Gay Talese.

Ese “nuevo periodismo” se consolidó en EE.UU. a partir de 1973, con relatos escena a escena, diálogos completos y descripciones sobre comportamientos, formas de hablar o de vestir, que daban detalles “de categoría social”.

Entre las publicaciones que deja Wolfe están ‘El buen género’, donde relata la personalidad humana de un astronauta con motivo del primer viaje a la Luna, o ‘La palabra pintada’, en la que ironiza acerca del mundo actual del arte.

Retrató también a la sociedad de su país, utilizando dosis de sátira, en títulos ‘Todo un hombre’, ‘Bloody Miami’ y ‘La hoguera de las vanidades’, best-seller en que expone la sed de dinero y poder de la Nueva York de los ochenta.

“No es solo un icono estadounidense, tenía una enorme reputación internacional”, dijo al WSJ Nesbit, quien lo calificó como una de las personas “más modestas y nobles” que conoció y nunca intercambió “una mala palabra” con él durante su larga colaboración.

Estilo
Decidido desde 1984 a escribir una novela, invertir los términos y aplicar a la ficción las bases del periodismo, se convirtió en un famoso novelista con la antes mencionada ‘La hoguera de las vanidades’, publicada por primera vez en 1987 mediante 29 entregas en la revista Rolling Stone, en Nueva York. En ella se relata el ascenso y la caída de un especulador de Wall Street en el ambiente neoyorquino de los años sesenta.

EL DATO
Era ateo, admirador de George W. Bush, poseedor de la Medalla Nacional de Humanidades y defensor de la cultura pop.Con su novela ‘Todo un hombre’, publicada en noviembre de 1998 y recibida como un acontecimiento literario, se convirtió por segunda vez en candidato al premio National Book Awards, uno de los más importantes de Estados Unidos, en la categoría de ficción, uno de los cuales ya había conseguido con anterioridad, y que finalmente no revalidó.

En este libro describe la vida de los años 90 en el sureste de Estados Unidos, desde el mundo de los negocios hasta la política, el deporte o la universidad. Amado por unos y criticado por otros, entre ellos Norman Mailer, John Updike y John Irvingo, y siempre cuidadoso de su imagen ‘dandy snob’, desenfadado y enamorado incondicional de Nueva York, le gustaba cambiar de ropa durante varias veces al día, con trajes y calcetines blancos en invierno, cuellos almidonados, zapatos o botines chillones y corbatas inconfundibles. Elegancia al vestir y escribir…

El cronista estadounidense estaba casado y tenía dos hijos.