Hambre cero

OMAR VALENCIA SILVA

En la ciudad de Cuenca, el viernes 27 y sábado 28 de abril de este año, se celebró el simposio III Cumbre Mundial Hambre Cero, donde estuvo el presidente Lenín Moreno, muchos expresidentes de la América Latina como también personajes importantes del medio. Esta iniciativa es muy importante porque este grave problema afecta a millones de personas en el mundo. Es necesario que haya soluciones audaces de todos los mandatarios para combatir el hambre.

Pero, además, hay un dato increíble que encontré en la revista Semana de Bogotá de abril 1 de 2018, que advierte que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), dice que en el mundo se desperdician 1300 millones de toneladas de comida al año y tan solo en Colombia se botan 9,76 millones de toneladas de comida aprovechable, con este desperdicio es suficiente para alimentar a 5,5 millones de colombianos que sufren este mal.

El papa Francisco comentó hace varios meses que “con la comida que se tira se podría alimentar a todos aquellos que no tienen nada que comer”. Este tema es suma prioridad y que todas las organizaciones especiales lo analicen y encuentren una manera justa para que toda la comida que se desperdicia alimente a los seres que la necesitan.

Además de estas iniciativas, que deben ser implantadas rápidamente, todos los gobiernos ayuden a agricultores, ganaderos y todos aquellos que tengan empresas productoras de alimentos con créditos blandos, educación adecuada, insumos apropiados y en fin nuevas oportunidades para ser más productivos.

Igualmente, darles a todos los que por uno u otro motivo han abandonado el agro, regresen y vuelvan a trabajar en sus faenas con mayor creatividad para que la humanidad encuentre soluciones y combatir las necesidades alimentarias en todas partes del planeta.

Tal como hemos escrito algunas veces en el Diario La Hora es importante incrementar la siembra de árboles frutales de todo tipo y todos los climas e inclusive los madereros, organizar en todas partes huertos orgánicos, cría de especies animales, aves, zoocriaderos, piscinas para cría de toda clase de pescados y, además, camaroneras en estas áreas calientes y marinas.

Además, mucha educación técnica para que todos aquellos micro-empresarios saquen al mercado productos con mayor valor agregado y sean ellos mismos que los vendan al consumidor final. Otro dato de la FAO es que la demanda de alimentos para 2030 crecerá en un 50%.

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