Ecuador, a la Cumbre Mundial

El 5 de junio, en su sede de Nueva York, los representantes de sus 193 estados afiliados votarán para elegir la Presidenta de la Asamblea General para el período 2018-2019, entre las cancilleres de Ecuador y similar de Honduras. La casi totalidad de los ecuatorianos aspiramos a que sea escogida la nuestra, mientras unos pocos se hallan haciendo fuerza para que acontezca lo contrario.

¿Por qué la oposición de algunos contra la ecuatoriana María Fernanda Espinosa? Según estos, porque Ecuador no forma parte de la campaña contra el gobierno de Venezuela. O porque no fue a la frontera con Colombia a exigir a las bandas de narcotraficantes de ese país devolver vivos a los integrantes del grupo de prensa del Diario El Comercio, papel que a ella no correspondía. También por algunos errores que se les ha ocurrido inventar, a unos terceros.

Resulta difícil entender a varios ecuatorianos que desconocen que los criterios unánimes no pueden siempre lograrse. Que en el arte de la diplomacia universal las opiniones no llegan a veces a coincidir. Que en ciertas ocasiones es imposible obtener reparación a hechos causados contra nuestra voluntad. En el caso del periodista de El Comercio y sus dos acompañantes, capturados primero y asesinados después, no hubo contacto con grupos del mismo nivel del gobierno ecuatoriano, sino con elementos que actúan al margen de la ley y en busca de intereses diferentes.

Es menester, entonces, que en los días que faltan para las elecciones de la más alta dignidad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el 5 de junio próximo, cesen los comentarios ofensivos en la prensa y otros medios, contra una dama de alto nivel moral e intelectual, que ha dado lustre a la nación en diversos encargos que le ha correspondido asumir y llegue a optar por una función, en la cual ya se desempeñó con acierto en 1973, otro ilustre ecuatoriano: Leopoldo Benítez Vinueza.

La elección de María Fernanda Espinosa al alto cargo universal sería el reconocimiento a Ecuador de sus esfuerzos por un mundo más justo y equilibrado, donde se respete a todos los seres humanos en sus opiniones, sus derechos al trabajo, vivienda, educación, recreación, salud y cultura. El empeño por la libre determinación de los pueblos. El disfrute de los bienes naturales de cada país. La capacidad de adoptar el sistema político que disponga la mayoría. El goce de la democracia plena. Estos criterios expuestos por el Ecuador desde hace décadas, es lo que hará que el mundo vote en la ONU por Ecuador, para presidir la Asamblea General desde el 5 de enero venidero.