Deuda para toda la vida

Rosalía Arteaga Serrano

En relación con el manejo económico del pasado gobierno vale decir que no solo que la mesa no estuvo servida, sino que luego del despilfarro se procedió a un endeudamiento tan desmesurado, que solo un año después de la salida del gobierno de la revolución ciudadana estamos dimensionando el real monto del endeudamiento y sus condiciones en cuanto a plazos e intereses.

Los analistas nos dicen que el crecimiento de la deuda ha sido descomunal y en tan desastrosas condiciones, que quienes más sufrirán serán las nuevas generaciones, cuyos esfuerzos se verán afectados tremendamente. Buena parte de los recursos por recaudación de impuestos irán al pago de los intereses de las deudas.

Una época que debió dejar al país en excelentes condiciones por la bonanza petrolera. En medio de la enorme juerga del anterior gobierno se consumieron hasta los recursos de las generaciones venideras.

¡Qué dramática situación! ¡Qué irresponsabilidad! Y aún engañan a un pueblo que se ilusiona con los ‘vendedores de esperanzas’, sin que medie el pudor que debería ser norma para quienes manejan los fondos públicos. Un pudor que evite que vayan a parar a los bolsillos de los gobernantes o de sus testaferros.

Los niños que nacen, los que van a la escuela o los jóvenes que cursan el bachillerato y la universidad cargan el duro fardo de una deuda contratada de forma irresponsable y que en buena parte se licuó en una espantosa corrupción es algo que clama justicia.

¿Quiénes fueron los responsables de la contratación de deuda, de las preventas petroleras, del manejo absurdo de las finanzas públicas? Es necesario que se les enjuicie, se les lleve a prisión y se les confisquen los bienes mal habidos. Solo así podremos recuperar la fe pública y encaminar a Ecuador al progreso.

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