La libertad de expresión se mejora con más libertad

Alejandro Tagliavini

A raíz de las ‘fakenews’ se están produciendo actitudes preocupantes. Una asociación de medios argentinos realizó una campaña para que las redes sociales fueran ‘controladas’ por el Estado, argumentando que tienen ‘editor responsable’, en tanto que en las redes “nadie da la cara”. Temen a la competencia que trae el desarrollo tecnológico y no tienen mejor idea que atacar la libertad de los usuarios.

David Fahrenkrug, exmilitar experto en ciberguerra, dice que “el gobierno tendrá que… enfrentarse a responsabilidades ya sea por la información falsa o por las cuentas falsas”. Le asusta lo que la pasó con Edward Snowden, quien filtró secretos militares. La violencia puede ser inutilizada con información: de qué sirve el mejor ejército si pueden anticiparse sus movimientos y escapar.

A la vez reconoce que los ‘peligrosos’ ciber ataques son inofensivos. El virus Stuxnet, que Israel habría lanzado en 2010 contra Irán, fue neutralizado tan pronto fue descubierto. Los rusos intentaron tumbar la red eléctrica de Ucrania en 2015 y solo lo lograron con partes y por pocas horas.

Freedom From Facebook propone terminar con el ‘monopolio’ de esta red social demandando al gobierno que obligue a vender Whatsapp, Instagram y Messenger. Sin dudas existe un monopolio que no le hace bien a la libertad de expresión, pero se soluciona al revés, no coartando sino dando más libertad al mercado, a las personas.

El mercado determina a quién corresponde cada cosa. Al comprar un automóvil, el vendedor lo entrega a cambio de un dinero. Con estas relaciones pacíficas y voluntarias se define la propiedad. Una ‘ley’ coactivamente impuesta (vía monopolio de la violencia estatal) es ilegítima y viola a la verdadera propiedad.

*Miembro del Consejo Asesor del Center on Global Prosperity, de Oakland, California