Maestro de Amerindia

POR: Luis Fernando Revelo C.

Con este cognomento se lo calificó al esclarecido otavaleño, Dr. Gonzalo Rubio Orbe. La fundación cultural que lleva su nombre mantiene vigente su pensamiento y ha enaltecido a su Patrono, el día de ayer, en las instalaciones del Club 24 de Mayo, con una brillante Sesión Solemne y con el reconocimiento a destacados otavaleños que son timbre de orgullo para su terrazgo nativo. Gonzalo Rubio Orbe nació hace 109 años en el regazo de ese “cobijo de todos”, Otavalo. Supo imprimir carácter y rumbo a la otavaleñidad. La exaltó con el ejercicio de una ciudadanía bien entendida, con un magisterio pulcro y perdurable en la cátedra, con la defensa a ultranza de los derechos étnicos y culturales, con su brillante personalidad de escritor, conferencista e indigenista por antonomasia.

Sus ideas son resplandores que no se extinguen. Él es el maestro de Amerindia. Su gigantesca visión desde el mundo indígena, su titánico aporte al proceso de búsqueda de identidad y autodeterminación del pueblo aborigen le llevó a tomar las riendas del Instituto Indigenista Interamericano que tenía su sede en México, hecho que constituyó un triunfo para la diplomacia ecuatoriana y un reconocimiento a su vasta capacidad.

Su ágil y castiza pluma estilizó bellas páginas de Pedagogía y trazó surcos de verdad sobre el indigenismo que constituyó su formidable vindicación. Con su perspicacia buida y sabia nos entregó: “Rumiñahui”, “Espejo”, “Nuestros indios”, “La cuestión indígena en América”, “Políticas y estrategias en el destino de los indios de América”, “La población rural del Ecuador”, que se constituyeron en verdaderos clásicos de la literatura científica.

¡Salve al egregio maestro Gonzalo Rubio Orbe! ¡Loor a la Fundación Cultural que lleva su nombre!