La mala educación

Durante el correato se crearon, dentro de las universidades, cortes de selección de docentes para eliminar visiones democráticas o pluralistas y mantener una mediocre corriente alineada, arrinconada, al autoritarismo dictatorial reinante. Un tecnicismo académico básico y el populismo de ofrecer becas a cambio de favores, se impuso como disfraz para tapar lugares de debate, abarcar ciencias humanas y camuflar el delincuencial manejo de fondos públicos.

Una muestra fue el robo en Yachay y las tres más que arrasaron con los dineros del resto de universidades públicas. Casi todas optaron por incorporar extranjeros de línea ‘Castro-Chavista’ y sumarse a un sistema de ingreso diseñado para dejar sin estudio ni empleo a medio millón de ciudadanos.

La actuación magistral de Rafael Correa del 30 de Septiembre de 2010 involucró por su cercanía y propaganda a la Universidad Tecnológica Equinoccial que despidió a casi 400 docentes y trabajadores durante el boom del correato.

El delito de lesa humanidad por ordenar una balacera en zona de hospitales sigue igual que la mala educación. Aquel día, estudiantes sacaron muchas fotos y audios. Murieron policías y civiles. Muchos fueron apresados con la alteración posterior de pruebas y videos manipulados pero además se inauguró la cooptación de autoridades del control universitario.

La denuncia del despido intempestivo se expuso ante el Senescyt de René Ramírez, quien estructuró su búnker burocrático que lo mantiene hasta ahora blindado. Los hechos de delincuencia intelectual se escondieron. Hasta hoy falta la evaluación académica, informe técnico y análisis de Contraloría por mal uso de recursos en UTE y despidos de docentes. Centenas de juicios laborales persisten.

El correísmo se encargó de perseguir docentes, no pagar elaboración de tesis de grado, colocar violadores de niños como profesores y eliminar recursos para investigación, ciencia y tecnología. Los títulos de cuarto nivel se industrializaron a la mediocridad mientras Jorge Glas, el reo mayor, usó la UTE durante la apoteosis de su propaganda. La mala educación heredada es tan cruel como un delito de lesa humanidad. ¡Hasta cuándo!

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