Por la historia y la cultura

EDGAR QUIÑONES SEVILLA

En 1492, cuando Colón arribó al continente que ahora habitamos y fuera bautizado como América, existían en el territorio que va de México a Cabo de Hornos, tres grandes organizaciones sociales: mayas, chibchas e incas, además, de varias etnias de limitada población, que unas veces gozaban de independencia y en otras sometidas a alguna de las tres potencias mencionadas. El reino de Quito fue absorbido el siglo XIII, por el imperio Inca, tomando más tarde su gobernante, Huayna Cápac, a Pacha, hija del Rey quiteño como su esposa, procreando a Atahualpa, último monarca del Tahuantinsuyo. Esmeraldas formó parte de la nación Chibcha hasta el arribo de Bartolomé Ruiz a esta región en 1525.

La franja que venía desde Honduras hasta el cabo Pasado en el actual Ecuador y el río Apure en Venezuela, fue integrada a la Real Audiencia de Quito, por mandato de la Cédula Real de 1563, expedida por Felipe II, con la cual se estableció el sistema administrativo del Imperio Español en esta parte del nuevo continente. La ceremonia de coronación del zipa, al que cubrían con una capa de oro en polvo con adornos del áureo metal y esmeraldas, es el origen de la leyenda de ‘El Dorado’ aspiración de los conquistadores procedentes de todos los continentes, especialmente de Europa.

En la provincia de las esmeraldas, que llegaba hasta los pueblos colombianos de Buenaventura, Cali, Popayán, Pasto, Túquerres, Ipiales y otros, con cerca de 200 000 km2, se hallaba La Tolita Pampa de Oro, un centro ceremonial donde se adoraba el sol, la luna y otros dioses, se trataba el oro, platino y otros metales con exquisitez, lugar que permaneció oculto para los invasores y solamente empezó a descubrirse su valor cultural y económico el siglo XX.

El Colegio de Periodistas de Esmeraldas y la Federación Nacional de Periodistas del Ecuador, han presentado al Ministerio de Cultura y al Municipio de Esmeraldas, un proyecto para crear un museo en la isla del nacimiento de la milenaria cultura y una réplica en esta ciudad, para hacer conocer al mundo uno de los hechos más relevantes del trabajo humano de nuestros antepasados, en convenio con el Ministerio de Cultura de España y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

En el caso del ente español su intervención es valiosa, debido a que estuvo aquí una misión de ese Ministerio, en la década de los 70 y existen 15 tomos del trabajo realizado sobre nuestra historia provincial. Y en cuanto a la Unesco, porque esta entidad ha actuado en otros sectores del planeta, coadyuvando al descubrimiento del pasado cultural y educativo de muchas naciones.