CARLOS CONCHA JIJÓN
El coronel Luis Vargas Torres, fue reconocido como Héroe Nacional por la Asamblea Nacional. Es sinónimo de unidad y rebeldía del pueblo esmeraldeño y de la Patria. Luchó por la libertad y la transformación social, económica y política del país. Nos dejó como herencia la grandeza de su nobleza espiritual. Fue el grito del pueblo conjugado en sus pensamientos. Fue luz y guía del pueblo, señalando el camino patriótico hacia la gloria. La libertad fue palabra sacra, para Vargas Torres, guía de su destino labrado en roca con esfuerzo y perseverancia.
Fue meta fulgurante, como búsqueda de un poder venturoso para el pueblo ecuatoriano. Su valentía rebozó los límites del temor, porque abrazó la muerte como amiga y puso el pecho a las balas mirando de frente a su victimarios. Su efervescencia cívica lo llevó a convertirse en lava ardiente de pasión para reclamar por las inequidades de la colectividad. Su conciencia siempre estuvo blindada por principios morales de virtualidad. Su horizonte visionario le permitió ver en el futuro a su Patria libre, en un marco glorioso de libertad, igualdad y fraternidad, etc.
Como homenaje a su memoria lleva su nombre el parque Luis Vargas Torres, inaugurado el 5 de Agosto de 1921, pero por situaciones negativas el espacio del parque quedó reducido a un terreno pequeño, luego un Alcalde inconsultamente retiró la efigie del héroe y más tarde la actual administración Municipal, por mal asesoramiento y olvidándose que ese parque por ley es Patrimonio Cultural, cayó en una situación arbitraria y violatoria de la ley, al usurpar el terreno que el pueblo de Esmeraldas asignó a Vargas Torres para colocar en ese parque el busto de otra persona.
A pesar de haberse reclamado mediante comunicación al Concejo, nunca se dio una respuesta. Pienso, que esa resolución fue atentatoria a la memoria del héroe y sin haberse remediado el problema, como ciudadano, considero que es justa y obligatoria la rectificación que corresponde, puesto que, mantener la equivocada resolución quedará para la historia, recordar a quienes cometieron el atropello y ofensa a la memoria del héroe.