Para el bien de todos

Manuel García Verdecia

No tengo nada que objetar al triunfo electoral de Manuel López Obrador en México. Es más, lo felicito por su victoria refrendada por una gran parte de los mexicanos y solo deseo a ese hermoso y fraterno pueblo que las generosas propuestas que Obrador hiciera durante su campaña se conviertan en cotidianas realidades.

Lo que no me parece bien es que los medios no ayuden a un análisis objetivo y razonable que promueva el posterior consenso para un mejor gobierno del país. Todos hablan de gran triunfo, incluso un periódico la denomina “avasalladora victoria”. Como diría un personaje de un serial cómico español: “Un poquito de por favor”.

Según las estadísticas publicadas, el triunfador obtuvo alrededor de un 53% del favor de un total de unos 89 millones de votantes. O sea, que aproximadamente 47 millones 170.000 personas dieron su voto a los otros partidos. Se trata de una cifra superior a la población de España, Holanda, Noruega o Suecia (incluso estos tres países juntos), por poner solo unos ejemplos.

Esas personas ¿no son también pueblo mexicano, no tienen derechos y aspiraciones? Por eso, gane quien gane, lo fundamental es gobernar en concertación respetuosa. Estos resultados prueban, cada vez más, que el concepto de política no se corresponde con el de nación, pues esta no consta en la realidad de un cuerpo de identidad homogéneo en lo cívico y perspectivo, lo cual es muestra de intereses escindidos y no uniformes.

Como me guía el precepto martiano de “con todos y para el bien de todos”, es deber de cada uno de los que piensan en beneficio de la totalidad de los seres humanos hacer estas reflexiones y buscar una participación más comprometida y tolerante de todos. El vano optimismo de ciertos medios solo ayuda a fomentar la ignorancia y el pensamiento idiota.

[email protected]