Plagio, una constante en las redes

MA. ALEJANDRA SALAZAR MURRIETA

Facebook y quizá otras redes sociales se han configurado como la maquinaria perfecta para la difusión de contenidos no verificados y en otros casos igual de lamentables, la copia o el robo de material audiovisual y de texto.

La gran cantidad de información disponible nos ayuda a mantenernos al tanto de todo aquello que ocurre a nuestro alrededor y en el mundo entero, ya no tenemos que esperar días para conocer un hecho significativo o no, porque en el momento que alguien lo puso en la red, se difunde a la velocidad de la luz. Y es allí cuando empezamos a ver la misma imagen, la misma noticia, la misma reseña informativa o un sencillo comentario, en los muros de todos.

Al parecer si se trata de redes, no importa tomar, descargar y subir nuevamente a la red un material rehecho al que incluso de darse la situación se le borra la firma o el nombre de quien elaboró dicho contenido. Porque algo que no se ve en redes es el control de la propiedad intelectual.

Más allá del hecho de que se vea bonito o se lea agradable, está el hecho de que otro lo elaboró y por más que se desee compartir esa opinión o esa publicación, debemos entender que estamos tomando o apropiándonos de algo que no hemos elaborado; y que sin querer al hacerlo le estamos dando tácitamente nuestra autoría.

Hay casos comunes en redes, a veces vemos o leemos una publicación exactamente igual compartidas por personas de diferentes lugares del mundo. Podríamos pensar que por esas coincidencias ambos pensaron lo mismo; pero resulta que es un vulgar plagio y esto sucede porque encontrarnos tanta información proveniente de diversos lugares, que no caemos en cuenta que, así como nos llegó a nosotros, también otros lo pueden ver.

Recordemos que la denominación de “redes” se da por la facilidad con que nos enmarañamos en ellas y de pronto nuestro grado de separación entre un continente y otro o más sencillo, entre una publicación y otra, solo están a un clic de distancia.

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