Rusia 2018

Rodrigo Santillán Peralbo

Rusia es el país más grande de la tierra. El Campeonato Mundial Rusia 2018 colmado de sorpresas, fue una oportunidad para que millones de personas descubrieran la calidez humana, exquisita cultura y arte, hospitalidad, amabilidad, generosidad y fortaleza del pueblo que ama profundamente a su patria, lo mismo que a la paz que sustentan su desarrollo y progreso en todos los campos de la vida humana.

Gente de todas partes del mundo se maravilló con Moscú, San Petersburgo, Kazán, Sochi, Nizhni Nóvgorod, Samara, Rostov del Don, Kaliningrado, Volgogrado, Saransk y Ekaterimburgo con modernos estadios que acogieron los partidos organizados por la FIFA. Alegría desbordante y admiración por esa Rusia desconocida caracterizaron a los visitantes de todos los países, etnias, religiones y culturas.

Cómo no asombrarse con la Plaza Roja de Moscú, donde está el Kremlin, que es la sede del gobierno y situado en el corazón de Moscú, frente al río Moscova, o el Mausoleo de Lenin, la Tumba del soldado desconocido con su llama eterna, la Catedral de San Basilio o el bello Teatro Bolshói.

San Petersburgo es un puerto de Rusia en el mar Báltico, pero también es el centro cultural de Rusia con el ultramoderno Teatro Mariinsky, el Museo Hermitage, el Palacio Peterehof, Palacio de Invierno o la Fortaleza de Pedro y Pablo.

Sochi, es la segunda ciudad más larga del mundo. Su costa se extiende a lo largo de casi 150 kilómetros. Es un hermoso balneario, situado a orillas del mar Negro, frente a las costas de Turquía. Ekaterimburgo, al pie de los montes Urales, se extiende entre Europa y Asia. Por su belleza natural, sus construcciones y excepcional cultura y desarrollo tecnológico es candidata a la Feria Exposición Universal que se efectuará en 2025. ¿Ecuador votará por esta ciudad?

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