Algunas de las prendas de vestir y accesorios pueden no hacer falta. Es mejor asesorarse.
El deseo de proporcionar toda la seguridad y la comodidad a los hijos, ha hecho que en la actualidad muchos padres compren y hasta se endeuden en la adquisición de ropa, accesorios y objetos que a la larga pueden resultar innecesarios y hasta perjudiciales.
Los miedos y las novelerías hacen que se adquieran cosas, muchas veces sin investigación previa o asesoramiento. Pero hay que saber que los pediatras proporcionan una guía adecuada y también hay información de estudios sobre los cuidados en la salud de los bebés en Internet, señala Gabriela Salcedo. Ella, junto con su esposo, Víctor Cabrera, ambos docentes universitarios, se han orientado para no adquirir más de lo que necesitan para cuidar a su hija de siete meses.
Esta pareja de jóvenes esposos cree haber obtenido lo necesario para vestir a su bebé, pero indican que en lo que más se han interesado es en velar por su seguridad.
Aparatos electrónicos
Por el miedo a la muerte súbita o muerte de cuna, adquirieron un sensor de respiración y que en los siete meses de vida de su pequeña les ha alertado una sola vez. Este dispositivo, cuenta Gabriela, se instala debajo del colchón y emite un sonido bajo cuando el bebé deja de respirar para alertar de la situación, por lo que no les ha parecido un gasto innecesario.
Lo que sí no han usado mucho es el monitor de vigilancia que, más bien, creen serviría para quienes vivan en una amplia casa, porque en el caso de ellos, el departamento es pequeño y la escuchan enseguida. Este no es un instrumento indispensable, pues el monitoreo se lo puede hacer directamente, sobre todo en los primeros tres meses después del parto, ya que las madres cuentan con el permiso legal respectivo, aclara la pediatra Rosa Romero de Aguinaga.
Esta vigilancia será posible porque se recomienda que el niño descanse junto a la mamá, pero separado de la cama. Los aparatos electrónicos ayudarán mucho en el cuidado si el bebé hubiera nacido con asfixia o haya sido prematuro, añade.
Bien informados
Salcedo, por ser una madre primeriza, ha querido estar siempre informada para saber cómo actuar. Dice que ha leído varios estudios y publicaciones, entre ellos, de la Asociación Latinoamericana de Pediatría. Ha seguido muchas de sus recomendaciones, como no haber bañado a su bebé en las 48 horas siguientes a su nacimiento, porque la grasa natural con la que salen del vientre materno les ayuda a mantener la temperatura, les proporciona vitaminas para la piel y les protege de las alergias; así se evitaría al máximo el uso de talcos y cremas. Además, ha aprendido que los bebés deben dormir, hasta el año de edad, sobre superficies duras, con sábanas ligeras, sin almohadas ni peluches en la cuna.
EL DATO
Recuerde siempre consultar con el pediatra antes de adquirir un artículo para sus hijos.La pediatra Romero añade que la cuna no debe tener nada adicional que constituya factor de riesgo para una asfixia.
La experta recomienda adquirir la ropa básica, sobre todo para los tres meses de vida, tiempo en que los niños crecen muy rápido. En la lista están: unos seis monitos, pañales de recién nacido, camisas, escarpines o medias, gorra, cobija para protegerle, sin olvidarse del asiento, básico para transportarle en el carro.
Añade que estimular la lactancia es primordial para evitar, de entrada, el uso de biberones y chupones. La leche de mamá es única, culmina. (CM)
Peligro
° La Academia Americana de Pediatría señala que “la mayoría de los padres creen que el andador ayuda a que los bebés caminen más rápido, pero no es cierto. De hecho, retrasa ese momento”.
Añade que los niños que usan estos objetos corren mayor riesgo de rodar por gradas, quemarse, caer en una piscina o envenenarse. Esto se debe a que, al estar en un andador, muchos padres supervisan menos sus actividades, pues creen que están menos expuestos al peligro. Para sustentar esto, los pediatras se basan en estadísticas de niños que llegan a salas de emergencias por algún accidente relacionado al andador. El pediatra David Geller dijo a BabyCenter que “los andadores permiten que los pequeños se muevan por todos lados antes de que estén físicamente preparados para ello, lo cual puede causar patrones inusuales de movimientos y control muscular retrasado”.
“Con mi bebé nunca usé andador y esperé a que él decidiera levantar vuelo solo. Me desesperé porque comenzó a gatear sin ayuda a los 10 meses y fue al año y dos semanas que caminó unos pasitos sin agarrarse de ningún objeto. Veía a otros chicos de su edad que ya casi corrían y el mío nada que ver. Claro, uno descubre con el tiempo que cada niño va a su paso”, cuenta Nohemí Quinteros, madre de familia.
Se puede obviar
Los estudios dicen
° En esas listas están los canguros y las mochilas ergonómicas, pero Gabriela Salcedo cree que las últimas ayudan a transportar de manera cómoda y segura a los bebés.
° Los cambiadores de pañales no aportan en nada al cuidado del pequeño. Los toldos pueden como no ser necesarios, depende de la zona donde se encuentre.
° Los peluches acumulan polvo.
° Los guantes se les cae. Se recomienda mangas largas que tapen las manos y evite que se lastimen con las uñas.