Educación virtual

César Sandoya Valdiviezo

Tras la cuarentena que vive el país, los centros de educación superior vienen recurriendo a los recursos digitales como aulas virtuales, clases por streaming, plataformas de e-learning, entre otras, para no detener el proceso de enseñanza-aprendizaje, un derecho que la Constitución le asiste al pueblo ecuatoriano.

Aunque la cuarentena llegó en un momento donde casi nadie estaba preparado para este cambio abrupto en el sistema educativo, sin embargo, hay que reconocer que un buen número de universidades se viene adaptando a buen ritmo a las nuevas demandas que exige la educación virtual.

Prestigiosos académicos dan cuenta que la virtualidad implica una lógica interactiva, amigable y dinámica centrada en el alumno, así como un grado de personalización que beneficia el desarrollo de las competencias particulares de cada persona.

El uso de la tecnología en la educación es un reto para el docente y el alumno, porque exige a ambos mantenerse actualizado de conocimientos en el uso de estas herramientas y su adaptación a nuevas técnicas de enseñanza-aprendizaje de la mano con la innovación tecnológica.

Existen centros de educación superior, entre ellos la Universidad Nacional de Loja (UNL), que viene formando a sus docentes en el uso adecuado y eficiente de las herramientas digitales aplicables a la educación, previo al inicio del nuevo ciclo académico programado para el 4 de mayo.

A través de los cursos programados por la UNL, dirigidos a docentes titulares y ocasionales, se busca desarrollar habilidades y tener un dominio de las herramientas digitales para facilitar las actividades programadas en el aula virtual.

No hay duda que la educación a distancia demanda ciertas habilidades tecnológicas por parte del docente y el alumno, y desarrolla habilidades que resultan claves en la formación profesional.

La cuarentena dio un giro de 180 grados al sistema educativo en general y quizás es la oportunidad de oro para impulsar la transformación pedagógica para no perder el loable propósito que da esencia a la profesión docente, como agente articulador de la educación formal y orientador de los procesos de aprendizaje de los estudiantes. (O)

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