Simón Bolívar y la Batalla de Ibarra

POR: Germánico Solis

Ha concluido la conmemoración de la Batalla de Ibarra librada el 17 de julio de 1823, la única dirigida en el Ecuador por el Libertador Simón Bolívar. La batalla impidió a Agualongo tomar Quito, permitiendo a Colombia apoyar la independencia peruana. Agualongo volvió a Pasto para asediar la tropa republicana. El 13 de septiembre Flores venció a Agualongo y reconquista Pasto. Agualongo continuó con sus movimientos durante el 6 y 7 de febrero de 1824, Flores libró la urbe tres días después y fusiló a 200 guerrilleros. El 24 de junio Agualongo fue capturado en El Castigo y fusilado el 13 de julio en Popayán.

El Libertador mantuvo mucho tiempo el ideal de consolidación, y aunque muchos historiadores cautos y estudiosos críticos han aportado para aclarar los hechos independentistas, Bolívar no deja de ser personaje de controversia, credos y aspiraciones le presentan como enemigo unos y como vencedor otros. Profeta y combatiente de América, cuya visión le consagra a la grandeza y tragedia.

Bolívar escribió 2.644 cartas, a más de discursos y proclamas, célebre por sus expresiones y escritor grande. Los documentos oficiales y otros se mantienen en los 49 volúmenes en “Las Memorias del General O’Leary”.

Admirable es la asiduidad de Vicente Lecuma, dedicada a la búsqueda de documentos publicados en su “Crónica Razonada de las Guerras de Bolívar”. En otras fuentes hay detalles patéticos, “los soldados neogranadinos raras veces estaban uniformados y casi siempre iban descalzos o con alpargatas”. El primer contrato para la compra de uniformes del ejército republicano se firmó el 27 de febrero de 1821. En 1824, se invitó públicamente a la fabricación de 30.000 a 50.000 vestidos militares.

“El uniforme de Simón Bolívar, llamado de granaderos, muestra al Libertador como un hombre serio, disciplinado y ante todo líder. Su atuendo contribuyó al reconocimiento de la noble apostura de los guerreros de la Independencia: casaca de cuello alto y largos faldones, con ricas charreteras bordadas y banda tricolor a la cintura; calzón ajustado, botas altas, amplio y airoso capote y bicornio emplumado”.