Es un adivino de la rotación de la tierra e indica las épocas de siembra y cosecha para los antepasados.
La cruz o las cruces forman parte del entorno de los ciudadanos católicos en todo el mundo. Ocupan lugares especiales en los hogares, en las iglesias y muchos artesanos se han dedicado a confeccionarlas de acuerdo con el pedido de los interesados, por lo que pueden ser muy originales en muchos de los casos.
Amaru Xavier Guamán, artesano cañari y especialista en desarrollo regional intercultural, escribió un artículo sobre las cruces representativas de Cuenca y el significado que estas tuvieron en las sociedades prehispánicas.
Las hechas en hierro forjado –dice en el documento– son ahora los mejores ejemplos del trabajo de las herrerías que, de confeccionar chapas, bisagras, picaportes, herrajes, pasaron a contribuir con la arquitectura y la elaboración de accesorios como barandales, manijas y adornos para viviendas.
La cruz deviene, principalmente, como un símbolo del cristianismo. Pero, por otro lado, fue también un elemento muy importante para las sociedades prehispánicas, se menciona.
Parte de la cosmovisión andina
Guamán escribe en la revista Patrimonio Cultural Inmaterial que la cruz andina, conocida también como cruz cuadrada o chakana, aparece en las cerámicas, las esculturas y en los complejos arqueológicos que se han encontrado hasta hoy. Se manifiesta, al respecto, que “la cruz existe desde hace 1.000 años y funcionaba para los ancestros como adivino de la rotación de la tierra. Además, era la indicadora para las épocas de siembra y cosecha, para la lluvia, las heladas, el granizo y la nieve”.
De la chakana también hay que decir que es un elemento ordenador de la sociedad, del espacio y del tiempo; articula los diversos aspectos de la vida, del plano humano (kaypacha) con lo que está arriba o divino (hanakpacha), y la relación con el mundo inferior o de abajo (ukupacha). Astronómicamente se relaciona con la Cruz del Sur, que en mayo aparece en el cielo de manera inconfundible.
Sin desconocer el proceso de la Colonia, se plantea la siguiente reflexión sobre este objeto: “El aymara (como lenguaje) proyectaba gran parte del significado del chakana a la cruz cristiana. O sea, que la introducción de la cruz nueva no quebró el culto indígena, sino que más bien lo consolidó”.
Fiesta con cierta mezcla
En la actualidad, los simbolismos de las cruces andina y católica son incuestionables. De ambas tradiciones ha devenido un sincretismo cultural que se refleja desde hace algunas décadas en la fiesta de las cruces. Esta se conmemora cada 3 de mayo en El Vado y en Todos los Santos (Cuenca), en el cual se reviste la cruz con flores y frutos durante su velación, indica Guamán.
Los motivos de esta festividad –refiere el experto– son eminentemente católicos, pero la conmemoración está imbricada (sobrepuesta) por sentidos prehispánicos relacionados con la agricultura. Los hatuntaytas (abuelos), en honor a la cruz, lavan el cabello de hombres y mujeres con el agua de lluvia para que crezca sano y, en ocasiones, también lo cortan. (CM)
La chakana es el puente a lo alto
° Es la denominación de la constelación de la cruz del sur, que aparece los primeros días de mayo hasta finales de julio, y constituye la síntesis de la cosmovisión andina.
Asimismo, es un concepto astronómico ligado a las estaciones del año. Se utiliza para dar sustento a la estirpe y es la historia viviente, en un anagrama de símbolos, que significan, cada uno, una concepción filosófica y científica de la cultura andina.
Detalles
Lo que debe saber
° La chakana es un símbolo polisémico, pues tiene varios significados o interpretaciones.
° Es uno de los signos más importantes y antiguos de la cultura andina.
° Es una figura geométrica usada como ordenador de los conceptos matemáticos, religiosos, filosóficos y sociales, por los antepasados.
° Chakana significa puente o escalera, que permitía al hombre andino mantener latente su unión al cosmos.