Prevalece la manipulación

La construcción de nuestra república fue un proceso largo, accidentado y doloroso que tuvo en el 10 de agosto de 1809 una insinuación evidente, cuando un grupo de patriotas quiteños se decidió relevar a las autoridades de la Real Audiencia con figuras propias. Así comenzó a germinar en la conciencia de los hombres y mujeres más preclaros la idea de que un gobierno propio era posible.

No obstante, la fecha se recuerda como nuestro ‘Primer Grito de la Independencia’. Luego de más de doscientos años Ecuador sigue siendo un proyecto en construcción. Aún no hemos logrado que el Estado, de manera estable y firme, esté constituido por poderes independientes que sirvan de contrapeso a cada uno y que vigilen que el interés público quede plasmado en sus actos.

Buscamos el imperio de la ley, la justicia y la igualdad ante la ley. Nuestro sistema de partidos anda renqueante al compás de los dictados de élites de derecha o de izquierda, casi siempre todas ellas de espaldas a las realidades concretas del país. Las promesas utópicas han sido el plato fuerte de cada una. La libertad y los derechos civiles, lugares comunes en los discursos respectivos.

El populismo ha sido hasta ahora mismo la tendencia política predominante. En Ecuador Continúa instalando en el imaginario popular esperanzas huecas de que, como por arte de magia, todo nos será favorable. Como piedra angular del quehacer político, prevalece la manipulación de nuestra sociedad como si se tratara de una masa moldeable y no una suma de individualidades con derechos inalienables.


Mejor es prevenir que curar”. Erasmo de Rotterdam Humanista neerlandés (1469-1536)

¿Qué puede haber imprevisto para el que nada ha previsto?”. Paul Valéry Escritor francés (1871-1945)