No siempre se buscan

Fabián Cueva Jiménez

Ni siempre se encuentran. Me refiero a la familia y a la escuela, que se necesitan para mejorar la calidad de la educación, un tema de preocupación en el Acuerdo Nacional por la Calidad e Inclusión Educativa impulsada por el Ministerio.

El involucramiento de los padres siempre ha sido importante, pero nada fácil. Se ha avanzado en normas legales, pero perduran prácticas de hace mucho tiempo. En 1998 escribí un artículo con el título “Una empresa compartida”, en Diario Hoy, con lo siguiente: “Lamentos, reproches y protestas, a veces humildes y calladas, otras fuertes y discordantes, son protagonizadas por padres de familia y profesores”.

La situación ha empeorado. Los escenarios son diversos y nuevos, no solo de padres e hijos, padre o madre, madres solteras, padres separados, con obvios problemas. Y en las instituciones educativas con directores o rectores ofuscados políticamente, profesores amenazados, cero capacitación en temas de convivencia y comunicación. Cambiar es urgente, cumpliendo y haciendo cumplir las corresponsabilidades: convivencia, alimentación, seguridad y participación con evaluación total.

Si todos los padres quieren lo mejor para sus hijos y las escuelas tienen su misión clara, hablemos de una alianza estratégica más amplia, con involucramiento permanente, participación masiva, abierta y activa, con reuniones no solo para entregar informes académicos, pedir cuotas o informar exclusivamente lo negativo.

Hay que eliminar la idea de pérdida de tiempo cuando concurren las citaciones. Hay que llegar a los padres con informaciones por diversos canales de comunicación, no solo en portales electrónicos, mejor cara a cara, con detalles en guías para tareas, salud, drogadicción, nutrición, participación en decisiones y con rendición de cuentas.

[email protected]