Palestina mártir

Rodrigo Santillán Peralbo

Al finalizar la guerra árabe-israelí en 1948, el flamante Estado judío, creado por la ONU, expulsó de sus tierras y hogares a unos 700 mil palestinos y se negó a devolverlos con la vigencia de la Ley de Propiedad Ausente, y con el uso de la prepotencia guerrerista apoyada por Estados Unidos.

Desde entonces, Palestina se convirtió en mártir de la voracidad ortodoxa judía que tiene tropas especializadas en matar palestinos de todas las edades, en encarcelarlos ilegalmente y en bloquear, con crueldad extrema, la Franja de Gaza a la que impide el ingreso de ayuda humanitaria e, incluso, de combustibles. Los judíos del Estado de Israel son más feroces que los nazis de Hitler que asesinaron a unos 6 millones de judíos.

Los sionistas de Israel se consideran superiores a los árabes. Han destruido la existencia del pueblo palestino sometido y encarcelado en la Franja De Gaza. La población carece de sistemas de comunicación, transporte, servicios de salud y más de medio millón de niños se quedarán sin escuela debido a la ocupación inmoral del militarismo judío. “Poblaciones enteras han sido deliberadamente aisladas de la posibilidad de seguir una vida cotidiana normal, en lo que efectivamente era una ocupación colonial tardía” según define Jules Etjim.

La situación es desesperante, pero no detiene la resistencia y rebeldía de las nuevas generaciones que plantean la Gran Marcha del Retorno, que es la expresión viva de la voluntad palestina de volver a las tierras y hogares violentamente arrebatados por los judíos que emulan a los nazis de Hitler, pero con mayor crueldad.

La Marcha del Retorno ha sido reprimida con saña. Han asesinado a medio millar de jóvenes, más de 12 mil han sido heridos, centenares encarcelados, y el mundo impávido ante tantos asesinatos.

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