Pan techo y empleo

LIBER ANDRADE SALAZAR

Eslogan de campaña de León Febres Cordero del Partido Social Cristiano con el cual el 29 de enero de 1984 ganó las elecciones; obviamente, para esa época al igual que hoy los niveles de miseria, falta de vivienda y trabajo eran elevados y motivó al electorado votar por esa opción.

Parafraseando ese eslogan con la realidad preelectoral de Santo Domingo de los Tsáchilas, aquello no lo reclaman enérgicamente la mayoría de la ciudadanía sino un reducido número de personas que en la nueva generación de dirigentes “políticos” buscan ansiosamente cristalizar estos bienes y servicios a como dé lugar, no dudando en auto titularse defensores de las masas populares.

Tanto para la Alcaldía de Santo Domingo como para la Prefectura, hay un buen número de precandidatos que su comida, mansiones y trabajos lo consiguieron en la década saqueada y como se enseñaron al adulo de personas pagadas, lujo, triquiñuelas y lleve de los fondos públicos, hoy quieren repetirse el favor popular para duplicar sus bienes, porque no son capaces de montar emprendimientos, oficinas o empresas, pues la mediocridad los vence.

En esa perspectiva, los movimientos y partidos políticos de la provincia y cantones deben actuar responsablemente, designando candidatos a líderes éticos, transparentes, trabajadores y con visión holística de servicio a la comunidad y no candidatizar a personas para servirse del arte de la política en favor de sus protervos intereses. Ojalá una buena evaluación de funciones como se termina de hacer con los jueces de la Corte Constitucional, logre inhabilitarlos políticamente y la ciudadanía tenga opciones ideológicas-políticas para escoger, dejando a un lado la foto bonita, tuteo al pueblo, abrazo, beso y estrechón de manos hipócritas, ya que llegan al cargo, usan corbata y se vuelven desmemoriados.

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