LIBER ANDRADE SALAZAR
Es ejercer la defensa técnica de modo íntegro; es exigir que la norma constitucional, legal o reglamentaria se la aplique sin miramiento a parte procesal por parte del juzgador; es dar opinión, informe o criterio técnico sustentado en la defensa del estado constitucional de derechos y justicia; es actuar de modo recto, probo, moral; es cuidar que mis acciones en público o privado no lesionen las normas legales y morales; es auxiliar legalmente al prójimo cuando por su condición económica se pudiera encontrar en indefensión frente al aparato punitivo estatal; es estudiar día a día el derecho porque la interacción social es cambiante; es el caballero de la verdad que en su condición de jurista se pone al hombro la responsabilidad de proponer cuerpos jurídicos para que una sociedad determinada sea más humana y democrática. En sí, es de ella o él, del cual depende la solución de la estructura de un Estado, de una sociedad jurídica o de hecho o de los problemas entre personas o de éstas con el Estado.
De ahí que nuestro accionar como abogados en la sociedad será bien visto en función de las acciones; igualmente seremos duramente criticados por nuestras omisiones. Necesitándose entonces, ejercer la profesión con ética, decoro y gallardía; apartándonos de aquellos vicios mundanos que la politiquería, populismo jurídico o penal nos ofrecen; debemos mantener incólumes nuestras voluntades de buscar el bien para sí y la sociedad.
Por ello, es importante que los gremios de abogados se enfoquen en capacitar y fortalecer el ejercicio ético de la profesión, cumpliendo sus dirigentes con los estatutos y dejando de ser entes donde se alimenta la vanidad, división, propalar rumores falsos, e incluso utilizan a los gremios para dar saltos hacia trabajos burocráticos o precandidatos de elección popular. [email protected]