El río aún ‘entrega’ su agua para lavar la ropa

Fuerza. Cada mañana doña Susana se levanta y lleva su tina llena de ropa hasta las orillas 
del río.
Fuerza. Cada mañana doña Susana se levanta y lleva su tina llena de ropa hasta las orillas
del río.

Redacciòn LA HORA, LOS RÍOS

Desde muchos años atrás la tarea de lavar la ropa se realizaba en el río, golpeandola contra las piedras, restregándola y frotándola para arrancar la suciedad.

En el siglo XIX, las mejores lavanderías privadas tenían el suelo de piedra, lavaderos de ladrillo y un canal de desagüe. Durante el invierno, la ropa se colgaba en tendederos de madera y se dejaba secar en una habitación o sobre alguna superficie caliente.

Los Ríos, al igual que otras partes en Ecuador, no es la excepción, aún conserva su labor de antaño para lavar prendas de vestir, pues las tardes soleadas todavía se ven acompañadas por una que otra mujer lavando. Cada día, ellas visten de colores las orillas, mientras realizan esta actividad.

Así lo comenta Manuela Hernández, de 62 años, quien, acompañada de su hija Susana, lava la ropa en el río Quevedo.

Ambas suben y bajan con tachos, tinas, maseta, cepillo, jabón y su infaltable peña que deben cargar para después, durante varias horas, permanecer en las turbulentas aguas del afluente sin importar el clima que arroje el día.