EDGAR QUIÑONES SEVILLA
En diversos lugares del orbe se han producido en los últimos meses movimientos sísmicos de consideración, que han causado daños materiales notables y pérdidas humanas lamentables que han preocupado a moradores de otros sectores del planeta, por lo cual se hace menester que en la zona costera de nuestro país se tomen las precauciones pertinentes, a fin de evitar que los tsunamis y otras alteraciones naturales causen daño irreparable en las comunidades ribereñas.
En 1906 ya Esmeraldas y el Ecuador sufrieron los estragos de un furioso tsunami que cobró algunas vidas y causó serios males en su geografía, fenómeno que, en aquella ocasión, no alcanzó a perjudicar en exceso, debido a la reducida población de la época. Habiendo al momento otra realidad, es recomendable que las autoridades del país y la provincia tomen las medidas que la situación aconseja, para prevenir antes que lamentar.
Algunos expertos ya han sugerido que, en el caso de nuestra capital provincial, sea dotada de facilidades de evacuación en el sector del balneario y barrio residencial de Las Palmas, particularmente en las calles Nelson Estupiñán Bass, Hilda Padilla y Nelson Ortiz Stefanuto, como ya lo han recomendado los entendidos en este asunto.
Las autoridades nacionales y de las provincias bañadas por el océano Pacífico se encuentran obligadas a arbitrar las medidas aconsejadas para atenuar las consecuencias de posibles fenómenos naturales, que generalmente nadie puede predecir, para garantizar la seguridad de quienes habitan los sectores altamente concurridos por los turistas nacionales y de otros lugares de la tierra.
No está demás recalcar la necesidad de que los expertos de turismo de esta provincia, lleven a cabo una investigación relativa a las causas de disminución de visitantes del país y el exterior, en el último feriado octubrino, porque el precedente contó con una cifra cercana a las 60 mil personas y en esta ocasión apenas superó la mitad. Poco o ningún incentivo cultural o gastronómico; hospedaje muy alto, costo muy elevado de la comida o trato inadecuado en vacaciones anteriores, son algunas de las preocupaciones que deben abordar quienes controlan la recreación en Esmeraldas, para hallar las soluciones más aconsejadas y promover el desarrollo de la industria sin chimeneas.
Una actividad de la importancia del turismo merece atención primordial, pues, de ella depende el futuro desarrollo de esta privilegiada región del Ecuador.