El Museo Otavalango mantiene el arte de elaborar artesanías

ESFUERZO. Con el telar de cintura el artesano puede tardar todo un día en hacer una bufanda.
ESFUERZO. Con el telar de cintura el artesano puede tardar todo un día en hacer una bufanda.

Las personas kichwas de Otavalo utilizan telares de cintura y de pedal para confeccionar diferentes prendas.

Redacción OTAVALO

En el Museo Kichwa Otavalango se conservan telares ancestrales que son utilizados para la elaboración de una variedad de artesanías, como bufandas, ponchos, cobijas, tapices, chompas, entre otros productos. Aquí, la materia prima es la lana, el algodón y el hilo orlón.

Son alrededor de 20 miembros de gente kichwa quienes integran este proyecto, cuyo fin es mantener las costumbres y tradiciones de los antepasados.

Para esta actividad se utilizan dos tipos de telares, el primero que apareció antes de la Conquista española, en la época de los incas, como es el telar de cintura, considerado el más antiguo. Se caracteriza porque va sujeto a la cadera del artesano y lleva más tiempo su elaboración; además resulta más cansado y demoroso.

Mientras que el telar de pedal facilita la labor y su proceso de producción es más acelerado que el anterior. La semejanza es que los dos son hechos con madera de forma artesanal y sirven para la misma labor.

Productos. En el museo se exhiben objetos hechos en dos tipos de telares.
Productos. En el museo se exhiben objetos hechos en dos tipos de telares.

Diferencia en la fabricación

EL DATO
En este museo se pueden encontrar cinco telares de pedal y uno de cintura.Rene Sambrano es el presidente de este proyecto que se inició en 2013. Cuenta que entre estos telares la diferencia está en la calidad de producto que se obtiene. Del telar de cintura, aunque sea más trabajoso el producto que se saca es consistente y aguanta mucho más. “Con el telar de cintura podemos demorarnos un día haciendo una bufanda, con el otro, en cambio, es posible hacer hasta 10 en el mismo tiempo”, afirma.

En el precio también hay diferencia: el que es hecho a mano tiene un valor de 10 dólares y el otro, con máquina, cuesta 5 dólares. “Cuando recibimos la visita de turistas nacionales o extranjeros, convoco a todos quienes estamos al frente de este proyecto. Con ellos vamos explicando paso a paso el proceso de cada una de las artesanías que se realizan en este museo”, menciona el artesano.

Muestra. Una de las artesanas exhibe los productos que elaboran.
Muestra. Una de las artesanas exhibe los productos que elaboran.

Rescatar las costumbres

EL DATO
El Museo Kichwa Otavalango es un proyecto con el cual se pretende dar a conocer las costumbres y tradiciones de los pueblos indígenas de la zona. Por su parte, Luzmila Sambrano, coordinadora de la iniciativa, indica que el propósito del museo es rescatar las costumbres y tradiciones de elaborar artesanías a través de métodos ancestrales. “Hemos visto que en comunidades nuestras prácticas se van muriendo; en este caso los telares que se utilizaban están quemados o son abandonados, porque el trabajo es duro y no se valora la forma como son hechas estos objetos”, asegura la coordinadora.

Los turistas que llegan a visitar este lugar, además de observar la variedad de vestimenta, pueden aprender a manipular los telares y hacer sus propias prendas. “Nos visitan personas de diferentes partes del mundo, a quienes se les brinda información teórica de lo que se hace en este lugar. Al mismo tiempo, se les da la oportunidad para que puedan tejer utilizando los telares y la materia prima que tenemos acá”, añade Luzmila. (PMHR)