MA. ALEJANDRA SALAZAR MURRIETA
El tema de la construcción del denominado ‘tren playero’ y de su ruta, ha generado malestar en la población esmeraldeña; no es para menos, porque aparentemente la idea primigenia es proyectar el turismo en la región costa, así que siendo de esta manera valdría recodarles que Esmeraldas pertenece también a esta región. No estoy de acuerdo con aquellos que se molestan de el porqué de la construcción de este proyecto, porque este es el resultado de la gestión que sí realizan las autoridades de otras provincias, quienes se preocupan de velar por los intereses de sus representados.
Me inquieta, por otra parte, la actitud de nuestras autoridades, quienes impasibles son fieles testigos de los avances de nuestros vecinos y hasta ahora no buscan, ni idean, la manera de situar a Esmeraldas en el pedestal que se merece. Lamentablemente todas las lisonjas y toda promesa que ellos hayan realizado, mueren el día en que son acreditados como autoridades. Así vamos los esmeraldeños, llenándonos de rencores hacia aquellos que planifican y crecen y nosotros seguimos eligiendo a ineptos incapaces que, por un lado, ni hacen y por otro que es peor, no quieren dejar hacer.
Quizá la idea del ‘tren playero’ sea un tanto descabellada, por la proyección y las cifras que supuestamente moverán en torno al turismo. Quizá Esmeraldas necesita de otros proyectos con los cuales también se generarían réditos para la ciudad y para la población, que por ahora anhela mejorar la situación de desempleo por la que viene atravesando. El turismo es una fuente de ingresos inagotable, en la medida en que se mejoren los servicios y no se descuiden detalles como el buen trato y los precios.
¿Me pregunto si Esmeraldas estaría preparada para la llegada de 6.000 visitantes por día? Creo que algunos sabemos la respuesta. Mejoremos como ciudad y como ciudadanía. Ya tenemos claro que nuestras autoridades solo trabajan pensando en sus intereses y en una posible reelección, así que mucho no esperemos de ellos.