ORLANDO AMORES TERÁN
Policías y militares que ingresaron a las instituciones de fuerza pública, gratis, sin la más mínima vocación; por la política de deterioro moral de FFAA y PN, impuesta durante la década infame, que propició inclusive la infiltración de delincuentes; hoy son procesados por diferentes crímenes. Éste es el resultado de la destrucción de la disciplina y tradiciones militares, por parte del castro-narco-comunismo que de modo falaz se propuso «igualar» a tropa con oficialidad, provocando odiosas comparaciones, creando conflictos internos que resquebrajaron la disciplina en la fuerza pública, cuyo sustento es el irrestricto respeto, aceptación y cumplimiento de las órdenes constitucionales, dispuestas por los mandos, de acuerdo a una jerarquía.
Del sainete estamos hartos, ya es hora de que el mandatario actúe. No deseamos que nos traiga tren a la playa, sino que los traiga a la cárcel, a todos los implicados en el atraco y despilfarro de 310.000mdd, durante la decena trágica. Es inadmisible que nuestros impuestos sirvan para pagar millonarias cuentas por sabatinas de propaganda.
El Ejecutivo debe disponer la repetición de esos dineros, contra aquellos que lo gastaron. En otro orden, causa repugnancia el sistema judicial, una gran mayoría de servidores vinculados con la ineptitud, la incapacidad, la estupidez, la indolencia, la carencia de actitud de justicia, preocupados en cuidar su puesto, el de sus parientes y amigos; un sector considerable, responsable de la vulneración de derechos, la impunidad, la corrupción y el enriquecimiento ilícito, según las últimas investigaciones; la excepción a estas inconductas, la confirman muy pocos servidores: decentes, insobornables, dignos, estudiosos, con aptitud de justicia, que inclusive son mal vistos, por el crapuloso sistema subordinado al castro-narco-comunismo que excluye, desprestigia o deteriora, lo que no puede controlar, para reivindicar a la bazofia humana que se le vincula.
El republicanismo empieza a poner orden en América. De ahí que Bolsonaro aún cuando no sea la mejor opción para desarrollar Brasil. Es indiscutible que será el mejor líder, para exterminar la plaga castro-narco-comunista.