La sociedad deberá ser consultada cuando se trata de modificar aspectos fundamentales del orden político, pues la Constitución crea el marco para que podamos ejercer nuestros derechos políticos. Dos importantes instituciones del Estado se muestran partidarias de que se convoque a una consulta popular: el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social transitorio y la Contraloría General del Estado.
El presidente del Consejo quiere que se pregunte sobre la pertinencia de continuar con esa institución, llamada “quinto poder” del Estado. Se invoca su lamentable historia, falta de independencia y la posibilidad de que, como ocurrió durante la década correísta, vuelva a ser un instrumento en manos de gobiernos futuros. La Contraloría aspira a que se consulte sobre la conveniencia de un Tribunal de Cuentas del Estado.
Ambas propuestas generan controversia. La legitimidad democrática exige que sea el voto popular quien decida sobre dos cuestiones de las que se deriva una reforma constitucional. Las preguntas de la consulta deberán pasar por la Corte Constitucional, hoy inexistente, que antes deberá reconstituirse. Es el presidente Moreno el único competente para convocar a una consulta.
De manera que el camino hacia la consulta popular que se pide aún no está claro ni mucho menos definido. Si por fin se convoca y las preguntas son aprobadas, la Constitución con las nuevas reformas por hacerse y las que el correísmo le hizo, algunas de ellas muy forzada en lo legal, nos quedará como otro “monstruo de Frankenstein”. ¿Guardará coherencia con los cuerpos legales vigentes?
Pero aquella noche no vino ninguna aventura para recompensarme el día”. Juan Carlos Onetti Novelista y periodista uruguayo (1909-1994)
La vida es lo poco que nos sobra de la muerte”. Walt Whitman Poeta estadounidense (1819-1892)