Adolfo Coronel Illescas
Siempre despierta interés la fecha cívica del 18 de noviembre, que convoca a los lojanos presentes y ausentes, atrae a visitantes nacionales y extranjeros, entre ellos al Presidente de la República, que aunque no hay nada oficial de su presencia en Loja, todo hace pensar que no vendrá, porque debe estar preocupado de la arenga del instigador Patiño, quien embalado de un “sincero interés” por la Patria hizo un “sesudo” llamado a los correístas para tomarse las instituciones del país. ¿Qué instituciones si todas están tomadas desde hace 10 años por el correato? Por eso, el Mandatario quiere mejor “descorreizar” al país y debe hacerlo comenzando por Alianza País. Además, si no viene no hay por qué escandalizarse. El año anterior vino el 17 de noviembre a reunirse con los fanáticos de AP y se regresó el 18 sin asistir a la sesión solemne. A pesar de aquel desaire todo se cumplió.
Pero supongamos que el presidente Lenín Moreno viene el 18 de noviembre para asistir a la sesión solemne conmemorativa de los 198 años de independencia, y siendo costumbre de los pueblos que viven lejos del centralismo, con un revoltijo histórico de olvido, viviendo el síndrome de las migajas de esperanza, deben las autoridades seccionales prepararse para recordarle al mandatario que al ser Loja parte de “el Gobierno de todos” está al margen de la obra pública y del presupuesto verde. Y como los lojanos somos muy pedigüeños, pedimos hasta en alforja y el Gobierno no puede atender tanta necesidad acumulada, porque no hay plata. Además, como las tres alforjas que se le entregó al Rafael Correa no dieron resultado, conviene intentar ahora en ‘shigra’, que es otra señal de identidad y dignidad del campesino lojano. Siendo un bolso más pequeño, se depositaría parte de nuestros sueños que nunca duermen, para que el Gobierno nos ayude a sumar acciones en beneficio de este sector fronterizo donde se agachan los Andes, pero no por eso deben tener a su pueblo agachado esperando de por vida superar la dura existencia que ha sido la constante de su destino.
Loja quiere equidad, apoyo, sentirse parte de este país, de este gobierno, de este siglo. Intentemos cambiando las bolsas. Dejemos atrás las alforjas que no dieron resultado. Ahora en ‘shigra’. (O)