América a luchar por lo suyo

EDGAR QUIÑONES SEVILLA

Un elevado grupo de ciudadanos de Honduras, El Salvador y Guatemala, prosigue una romería hacia los Estados Unidos, tratando de instalarse en este país, argumentando que la difícil situación de sus naciones no les brinda ninguna oportunidad de subsistencia. El presidente norteamericano, Donald Trump, ha reiterado que no dejará entrar a los que él llama intrusos, para lo cual ha dispuesto que entre 10 mil y 15 mil soldados impidan el ingreso al coloso del norte.

Mirando el particular sin ninguna pasión, la actitud del multimillonario y desequilibrado Jefe de Estado yanqui se ajusta al derecho internacional, pues, nadie puede entrar a un país que no es el suyo, sin haber sido invitado, violando las normas establecidas para acogerse a tal deseo. Los centroamericanos deberían reclamar a sus autoridades por la carencia de fuentes de trabajo, de educación excelente, de viviendas confortables, de médicos, hospitales y medicina gratuita. También de espacios de recreación y tierras cultivables aptas para sembrar y cosechar.

Lamentablemente esto no es posible, porque los del norte impusieron desde antes de las guerras de independencia de América y hasta ahora, su política imperialista que los condujo a adueñarse de gran parte del territorio de México, de todo Puerto Rico, de la bahía de Guantánamo en Cuba, del canal de Panamá -arrebatado a Colombia- e invadido cuantas veces quiso a otras naciones como República Dominicana, Haití, Granada, etc. Sacó y puso gobiernos en Colombia, Venezuela, Paraguay, Perú, Ecuador, Uruguay, Nicaragua, Argentina y algunos otros. Todavía está en la mente de muchos, los horrores de militares y civiles fascistas como Somoza, Trujillo, Pinochet, Strossner, Videla, Pérez Jiménez y Rojas Pinilla, desalmados e inhumanos que no respetaron a ninguno de sus enemigos reales o inventados.

Lo que al momento acontece con los hermanos del centro del continente de Mayas, Chibchas e Incas, debe inducir a los nativos, mestizos y nuevos habitantes de esta región del orbe, a organizar mejor a la sociedad, a fin de obtener una distribución más equitativa de la riqueza, para no tener que abandonar jamás la tierra de sus mayores y obtener de ella el provecho deseado en beneficio de sus nacionales y no sea saqueada por extranjeros explotadores, a los cuales solo les interesa acumular dinero para su particular interés.

De la misma manera que 189 países se unieron en las Naciones Unidas, la semana anterior, para defender a Cuba contra el bloqueo económico, financiero, comercial y sanitario, impuesto por Estados Unidos por cerca de 60 años, con apenas dos votos en contra, del coloso del norte y de Israel, ahora debe esta mayoría mantenerse firme como un puño para luchar por su irrenunciable futuro.