‘Tesoro precioso’

Mons. Alfredo Espinoza Mateus, sdb

Hemos celebrado el jueves y viernes pasado el I Congreso Internacional de Familia con la participación de 500 personas provenientes de varios países y de varias Diócesis del país.

Hemos celebrado a la Familia, y celebrarla es celebrar la vida y la realidad más íntima de nuestras vidas.

Todos tenemos una Familia en la que hemos crecido, en la que hemos compartido alegrías y tristezas, en la que hemos aprendido a relacionarnos unos con otros.

El Papa Francisco nos dice que “Las familias no son piezas de museo, sino que en realidad son un tesoro precioso por el que todos debemos tener gran estima”.

Me vienen a la mente varios museos que conozco y en los que he podido contemplar maravillado grandes obras de arte. Recorrer un museo es mirar hacia atrás, recordar la historia y admirar la genialidad de grandes artistas.

Pero un museo no tiene vida, salvo en las películas de la serie “Una noche en el Museo”, pero eso es pura fantasía. En un museo admiramos y observamos lo que se expone, simplemente eso. Además, lo que está en un museo no cambia, se puede deteriorar o restaurar, pero es algo ya hecho.

En cambio, la familia es vida, tiene un valor infinito y está en constante construcción y renovación.

Siempre he dicho que la Familia es un gran regalo de Dios, pero al mismo tiempo una tarea. Cada uno es constructor de su propia Familia y debe aportar lo mejor de sí mismo para que ella sea mejor.

En este sentido, como dice Francisco, todos somos “artesanos” de nuestras familias. La Familia es un “trabajo artesanal”, que vamos moldeando, creando, dándole forma y que vamos haciendo de ella una bella obra de arte.

Este “tesoro” del que nos habla el Papa, nos compromete a la capacidad de darnos, al compromiso recíproco y a la apertura generosa a los demás, así como al servicio a la sociedad.

Ahí está el desafío. Sigamos soñando en la Familia, a pesar de que el mundo nos plantea falsas ideologías que se buscan imponer. No nos dejemos arrebatar la alegría del auténtico amor familiar. (O)