Ciudad y agendas urgentes

Sara Serrano Albuja

En la cátedra sobre centros históricos en Flacso, René Coloumb sostenía que “la conservación y transmisión del patrimonio cultural no es posible sin un proceso de apropiación colectiva, lo que plantea la cuestión de la sostenibilidad económica, social y cultural de esta apropiación”. Muchos de los candidatos no entienden la fortaleza específica de Quito: ser el primer Patrimonio Cultural de la Humanidad, joya con agendas ciudadanas irrespetadas.

San Antonio de Pichincha es la primera parroquia inclusiva. La ciudadanía y su GAD trabajaron por los derechos de los adultos mayores y las personas con capacidades especiales, grupos de atención prioritaria. Su arquitectura, calles, señalética, equipamientos y otros elementos tendrán que acogerse al diseño universal con el uso de rampas y la accesibilidad plena. Los cabildos de mujeres, el Grupo Juvenil Amanecer, los adultos mayores de otras parroquias, instituciones educativas y la orquesta de chicos especiales celebraron esta declaración.

El presidente peruano Martín Vizcarra visitó el Metro de Quito y afirmó que se ha “respetado la condición de Quito Patrimonio de la Humanidad”. Muchos quiteños, los dueños de casa, no hemos tenido el privilegio de auscultar la construcción de esta mega obra. Ha habido impedimentos y estigmatizaciones a la crítica que ha señalado las afectaciones a la arqueología quitu-cara e inca y la monumentalidad colonial del Carmen Bajo debido a esta megaobra.

En Cusco vi el Coricancha, actual Convento de Santo Domingo, con su estructura inca. Ningún quiteño respetuoso y amante de la cultura habría querido que esa edificación sufriese daño alguno. En Quito ha habido graves afectaciones al patrimonio cultural precolombino y colonial de nuestro Centro Histórico a causa de esa obra.

[email protected]