Acabar con los trámites, el reto de la nueva directora general de las Aduanas

TAREA. La Aduana busca recortar sus tiempos para importar y exportar, según María Alejandra Muñoz (centro con casco).
TAREA. La Aduana busca recortar sus tiempos para importar y exportar, según María Alejandra Muñoz (centro con casco).

María Alejandra Muñoz, desde hace 5 semanas directora general de Aduanas del Ecuador (Senae), emprendió una estrategia para eliminar la tramitología innecesaria. “La ciudadanía tiene razón en quejarse porque, en los últimos 10 años, se expidió una nueva normativa, resolución, boletín o instructivo cada día y medio”.

Una de las razones de la excesiva tramitología, según la funcionaria, es que en el país se ha venido legislando para normar las excepciones, en lugar de simplificar procesos y establecer normativas lo suficientemente generales.

Según un último estudio de comercio exterior, desarrollado por técnicos del Banco Mundial (BM), en Ecuador se demora un promedio de 9,2 días para el despacho de aduanas de exportaciones; y para las importaciones los trámites pueden demorar, al menos, 34,8 días. A nivel de América Latina, el promedio para el trámite de exportaciones es de 7 días; y para importaciones de 14,6 días.

Pérdida de competititividad
Ricardo Morales, economista y exfuncionario de varios organismos multilaterales, comentó que las demoras en los procesos de importación y exportación, debidas a tramitología excesiva, es uno de los problemas aduaneros estructurales del país. “Esto no solo significa más costos, sino pérdida de competitividad. Por eso es imprescindible realizar una depuración para eliminar requisitos y normas innecesarias, y en algunos casos hasta duplicadas”, aseveró

Asimismo, en el plazo máximo de 15 días, comenzarán a desarrollarse Mesas por sectores económicos. El objetivo es que los usuarios del sistema aduanero puedan establecer sus dificultades y proponer mejoras. (JS)

Combate al contrabando en tres ejes
° Muñoz aseguró que otro de los puntales de su gestión es la lucha contra el contrabando a través de tres vías de acción. Por un lado, una revisión integral de la política arancelaria para facilitar las operaciones de comercio exterior, sobre todo para empresarios pequeños y medianos. Luego, la consolidación de espacios interdisciplinarios mediante convenios con otros ministerios e instancias de control. Finalmente, el establecimiento de unidades de inteligencia robustas, sobre todo para hacer seguimiento de las operaciones en sitios sensibles como bodegas y centros de acopio.

“A través de todas estas medidas –dijo Muñoz–, más la apertura de la oficina de fortalecimiento y lucha contra la corrupción, buscamos también abolir la cultura del palanqueo y establecer un comité de ética vivo, que verifique las denuncias y haga seguimiento a las acciones tomadas”.