La fiesta grande de Loja

Loja, siempre altiva y soberana, cumple hoy sus 198 años de emancipación política y lo hace más robustecida que nunca porque soplan nuevos vientos de libertad a su favor para gozo y regocijo de todos sus hijos que, día a día, están luchando fuerte por verla surgir y brillar en el concierto nacional e internacional.

Es que no han sido buenos tiempos los que ha tenido que vivir, sea por el centralismo absorbente de los diversos gobiernos de turno, especialmente del régimen de la última década, así como de ciertas autoridades locales que, pensando solo en sus intereses personales, quisieron hacer de ella una hacienda y con ello alcanzar el poder absoluto, tornándose en inalcanzables.

Por suerte, al igual que corren las aguas de sus ‘dos juguetones riachuelos’, un renovado ambiente se percibe en la urbe lojana, todo vestido de una verdadera democracia, donde los diversos sectores sociales pueden expresar sin temor sus pensamientos e intenciones que, como buenos lojanos, siempre procuran que sean a favor de esta tierra cultural, musical, productiva y, sobre todo, libre y acogedora.

Es innegable el progreso que Loja ha experimentado en los últimos años y ello se ha dado por el ahínco y empuje de sus propios hijos que han sabido elevar su grito de protesta cuando las indolentes autoridades se han querido burlar y no atender las justas aspiraciones de esta tierra de Manuel Carrión Pinzano, Pío Jaramillo Alvarado, Isidro Ayora, Ángel F. Rojas, Alejandro Carrión, Carlos Carrión, entre otros luchadores e intelectuales.

También es digno de destacar, como fuera el sueño de Benjamín Carrión, el extraordinario desarrollo cultural que ha cobrado y por ello es que hoy Loja está en boca de toda la nación ecuatoriana y también del mundo. Una prueba de ello es el Festival Internacional de Artes Vivas, que aglutina a propios y extraños.

Pero hace falta más porque Loja, dada su posición de ‘Centinela del sur’, es digna de una mejor suerte que, naturalmente, deben labrarla sus habitantes, a través de las urnas, el próximo año, eligiendo autoridades que se despojen de egoísmos y trabajen por el progreso y desarrollo de esta tierra, orgullo de nuestros mayores y esperanza de las nuevas generaciones.