La FIL de Quito

Eduardo Naranjo Cruz

La discusión sobre la desaparición de los impresos aún no parece llegar, lo mostró la Feria Internacional del Libro, presentada la pasada semana en el nuevo Centro de Convenciones de la capital, donde centenares de personas acudieron todos los días a revisar la oferta y adquirir bibliografía de todo tipo.

El nuevo local se prestó para la fluidez en la organización de los diversos eventos como presentación de nuevos libros, entre estos, “ A la mar la palabra” de Miguel Donoso, exhibido por la Casa de la Cultura, institución que extrañamente fue desplazada de la comisión organizadora del evento, cuando esta fue la impulsora de la primera Feria, vislumbrándose al parecer distorsiones o pasiones políticas de extraña índole, cuando el pensamiento de la élite intelectual debería tener carácter profundamente honesto y democrático.

También estuvo presente el nuevo libro de poemas de la debatida e inteligente poeta Ana Minga, quien puso en escena su libro “La hora del diablo”, como siempre, buena poesía crítica, vital y agónica.

Cabe resaltar que durante los días de la feria hubo eventos culturales de diverso tipo, incluido arte y folklor esmeraldeño, conferencias y un homenaje al grande de Argentina, Borges, de tal forma que todos los días fueron llenos de información para la gente que gusta el placer de la cultura y el arte. Por otro lado, algunas casas ofrecieron buenos descuentos, de tal forma que se pudo obtener libros famosos o importantes de: ciencia, filosofía, artes y ficción a precios razonables. Prestigiosas editoras como el Fondo de Cultura Económica montó un gran estand al igual que otras editoriales y librerías, la Casa de la Cultura puso libros desde un dólar y otros como el gran canto a la libertad, “Hojas de Hierba”, de Whitman a 10 dólares.

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