Patricia Ochoa

Freddy Rodríguez García

El vil asesinato del General Jorge Gabela ocurrió hace casi ocho años y, desde las siniestras obscuridades del poder, se trató de cubrirlo con un infame manto de impunidad. “Obra de la delincuencia común”, fue el primer argumento que se esgrimió, rueda de molino que se tragaron únicamente los fanáticos seguidores de la secta que usufructuaba del poder en aquel entonces. La inmensa mayoría de ecuatorianos sospechamos que detrás del horrendo crimen había algo más, ya que el valiente General había denunciado corruptelas alrededor de la compra de los tristemente célebres helicópteros Dhruv, adquiridos entre gallos y media noche, pese a que existieron informes técnicos y opiniones de expertos que aconsejaron no comprarlos, por su mala calidad, y pese a que también, años antes, había sido declarado desierto el concurso para adquirirlos. Pero las apetencias de unos cuantos primaron más que la razón y que los intereses nacionales, y se compraron esos armatostes. La demostración de los malos augurios, lamentablemente, costó la vida de varias personas: cuatro helicópteros se accidentaron, y tres se encuentran arrumados como chatarra. “Error humano”, fue la cantaleta oficial, luego de la caída de uno de los helicópteros y, claro, la culpa fue del piloto muerto. Muerto está también, misteriosa y convenientemente, el autor material del asesinato, alias ‘Francis’ (Derly Salazar), y el tinglado montado desde el poder para encubrir el crimen pasó por ocultar un informe del perito argentino Roberto Meza, que supuestamente tiene mucha información sobre los autores del asesinato. Durante todo este tiempo la señora Patricia Ochoa, viuda del General Gabela, ha emprendido una lucha sin cuartel, sin aspavientos, con una dignidad y valentía que conmueven, para que el crimen de su esposo no quede en la impunidad. Su rostro muchas veces refleja la tristeza, por el recuerdo de su esposo, y su voz se transforma cuando, con ira, denuncia todas las trabas que le han puesto en su ya largo caminar, tratando de sacar a la luz toda la podredumbre que rodea a la muerte de Jorge Gabela, un General de la República con un hoja de vida ejemplar. Mis respetos para doña Patricia Ochoa.