Félix Paladines P.
Escribimos este artículo el lunes, 19 de noviembre, transcurridos ya cuatro días de los once que dura –como los anteriores- el Festival Internacional de Artes Vivas-Loja, y podemos afirmar que se va desarrollando con un éxito total, pese a que estamos viviendo el noviembre más lluvioso de los últimos años. El rico y variado programa que han armado los coordinadores del evento, en sus versiones In y Off, ofrece arte para todos los gustos y para todas las edades, y del más alto nivel.
De lo que hemos podido personalmente ver, el grupo colombiano de circo y teatro, Gypsy Express, que abrió el programa de apertura e inauguración, dejó satisfecho al caudaloso público que copó el aforo total del hermoso y amplio teatro Benjamín Carrión; el día 16, una extraordinaria Medea, papel interpretado por la actriz de origen lojano, María Beatriz Vergara, impresionante, realmente conmovió hasta las lágrimas a muchos de los espectadores; luego, la noche de música lojana, a cargo de ese “exiliado voluntario” y trabajador infatigable que es Edgar Palacios, nos llenó de orgullo: estrenó varias piezas, compuestas hace aproximadamente cien años, de compositores lojanos como Antonio de Jesús Hidalgo, Daniel Armijos C., del mismo Cueva Celi y otros ; después, el grupo cubano de teatro infantil La Colmenita, dejó muy claro de lo que es capaz un pueblo que pese a todos los obstáculos que a diario tiene que vencer, ha decidido ser libre. Sangurimas, soberbio espectáculo que fusiona artes visuales y teatro, dirigido por Arístides Vargas y que integra a tres colectivos nacionales de teatro , entre los que se incluye Muégano, dirigido por Santiago Roldós, nos emocionó a todos, pues, por un lado, vemos que hasta los críticos que inicialmente anunciaban la catástrofe, como Roldós, y, además, atacaban furibundos al gobierno de Rafael Correa por “despilfarrar” recursos fuera del eje cultural Quito-Guayaquil, han entrado en razón y comienzan también a aprovechar la gran oportunidad que el FIAV-Loja ha abierto a todos los intelectuales y artistas ecuatorianos para ponerse en los ojos del mundo; también, los Sangurimas, obra de gran formato, nos da la medida de las altísimas condiciones técnicas que a los creadores les ofrece el Benjamín Carrión . . . Bien, pero dejemos para cuando el Festival concluya la realización de un balance total del mismo, apoyados en los diarios registros y encuestas que está llevando a cabo la Universidad Técnica Particular de Loja y en nuestras propias observaciones.
Con el Festival Internacional se ha iniciado un proceso de gran movilización artística y cultural en nuestro país, que no puede detenerse: a los jóvenes creadores y artistas como que se les está señalando un camino que puede ponerlos en los escenarios del mundo. En Loja talento sobra, sólo hay que poner voluntad, constancia y profesionalismo en el trabajo. Con las dos exitosas ediciones ya realizadas y con la que está llevándose a cabo por estos días, el Festival va convirtiéndose en el mega-evento artístico y cultural más importante del Ecuador. EL CAMINO DE LOJA conduce al Festival, que viene a constituirse en un solvente escalón final y en un lugar de encuentros nacionales por el arte, y rompe el odioso centralismo que, aún en el ámbito de la cultura, nos ha marginado. (O)